El programa europeo Horizonte 2020 cuenta entre sus iniciativas con el proyecto ARIES (reliAble euRopean Identity EcoSystem), puesto en marcha desde el pasado mes de septiembre con el objetivo de crear un ecosistema confiable de identidad europea.
El equipo multidisciplinar de ARIES, en el que colaboran nueve empresas y organismos bajo la coordinación de Atos, abordará los aspectos legales, éticos, socio-económicos, tecnológicos y organizativos de los delitos relacionados con la identidad en el mundo virtual (ej. ciberacoso o suplantación de identidad) y en el físico (ej. crimen organizado o tráfico de personas).
Por este motivo, facilitará también el trabajo de las fuerzas de seguridad en su lucha contra las nuevas amenazas de ciberseguridad, además de generar un impacto socio-económico que los socios del consorcio que lo integran esperan que sea de largo alcance.
Ecosistema para comercio electrónico e identidad para tránsito de pasajeros
El proyecto ARIES demostrará sus funcionalidades y los nuevos niveles de prevención y reducción de delitos en dos marcadores: comercio electrónico seguro y virtualización de la identidad para el tránsito de pasajeros, cubriendo una visión integral del ecosistema de identidades virtuales y de su aplicación práctica.
Al fortalecer el vínculo entre documentos de identificación físicos fidedignos, identidades en línea y reconocimiento biométrico, ARIES permitirá proveer los mayores niveles de calidad en el uso de credenciales, respetando la privacidad del usuario, para la gestión de identidades virtuales y físicas en entornos seguros.
La iniciativa ARIES pone su foco en tres segmentos de mercado complementarios. En primer lugar, los ciudadanos, usuarios de teléfonos inteligentes, que deseen usar su identidad física y sus identidades oficiales de manera cómoda y segura. En segundo, las empresas que sufren pérdidas económicas derivadas de los delitos identidad. Finalmente, las identidades virtuales y la tecnología de protección y verificación de identidades, se podrá desplegar en entornos físicos para el control de acceso, evitando el uso de complejos lectores biométricos.