Bristol no es solo una ciudad universitaria inglesa, si no que se ha revelado como una smart city de las más desarrolladas del Reino Unido solamente superada por Londres. Así lo indica el informe de Navigan Research UK Smart Cities Index, que valora especialmente el ambicioso proyecto ‘Bristol is Open’, todo un programa estratégico que la convierte en laboratorio permanente de soluciones tecnológicas destinadas a hacer de este entorno urbano del suroeste de Inglaterra una ciudad inteligente.
‘Bristol es Open’ es un organismo formado por la Universidad (BU) y el Ayuntamiento de Bristol, que entiende la ciudad como un espacio de experimentación para empresas e instituciones de investigación tecnológica que desarrollen soluciones de conectividad, tecnologías de redes y de Internet de las Cosas (IoT), así como todo tipo de soluciones específicas de smart city.
Para propiciar esta experimentación, el proyecto ha implantado un sistema de sensorización y toda una infraestructura digital de comunicaciones en toda la ciudad e incluso en zonas del área metropolitana, que comenzó a desplegarse en 2015.
Infraestructura de redes digitales
Se trata de un sistema SDN (redes definidas por software) basado en el estándar Open Flow que permite desplegar servicios de red de manera escalable y dinámica.
Esta infraestructura digital integra red de fibra óptica y red HetNet (red heterogénea) inalámbrica con Wi-FI, 3G, 4G, LTE y permite pruebas de 5G. El despliegue de estas redes se ha llevado a cabo en el casco histórico de la ciudad, bajo el proyecto denominado ‘The Wireless Mile’.
Una tercera red, llamada IoTMesh, comenzó a funcionar en abril de 2016. Esta malla se desplegó en toda la ciudad a través de una red de puntos de acceso ubicados en 1.500 farolas, permitiendo la comunicación M2M. Está diseñada para soportar aplicaciones de Internet de las Cosas.
Por tanto, esta infraestructura es capaz de soportar al mismo tiempo diversas pruebas y testeos de servicios de ciudad inteligente, como la distribución de datos multimedia, soluciones de gestión de residuos, de gestión del tráfico, gestión de la provisión energética, nuevas formas de democracia a través de la red o pruebas con vehículos autónomos.
Participación Ciudadana en en el laboratorio urbano
Su alcalde, George Ferguson, espera ver convertida la ciudad en “un laboratorio para el cambio urbano”. Y para conseguirlo, es esencial la participación de quienes habitan Bristol. Por eso, ‘Bristol is Open’ está abierta no sólo a la incorporación de empresas y centros de investigación, también lo está para la ciudadanía.
Por eso se ha puesto en marcha el proyecto ‘Citizen Sensor’, por el cual los vecinos de esta área urbana pueden incorporar pequeños sensores en sus teléfonos inteligentes y dispositivos GPS, de tal forma que suministran constantemente a las redes desplegadas cantidades de datos sobre muchos aspectos de la vida en la ciudad, incluyendo información sobre energía y flujos de tráfico.
Los datos son gestionados mediante técnicas de Big Data por una plataforma capaz de alojar y analizar toda esta información, permitiendo así el desarrollo de nuevas aplicaciones y facilitando a los gestores públicos la toma de decisiones sobre aspectos clave para la gestión municipal.
Todos los datos generados se anonimizan para garantizar la privacidad de los ciudadanos y posteriormente se publican en el portal de datos abiertos de Bristol. De esta forma quedan a disposición de cualquier persona para su reutilización y desarrollo de nuevas aplicaciones y servicios de utilidad para la ciudad.
Además, el Ayuntamiento ha abierto todos sus datos como parte de su estrategia de Gobierno abierto. Actualmente se pueden encontrar conjuntos de datos sobre movilidad, energía, seguridad pública y medio ambiente, entre otras temáticas.
Bristol Data Dome
La gestión de grandes cantidades de datos, difíciles de digerir para el gran público, cobra otro significado dentro de esta ciudad con la creación del ‘Bristol Data Dome’, un espacio ubicado en el Planetario de la ciudad que cuenta con una pantalla en forma de bóveda en la que se pueden visualizar datos y contenidos a ultra alta definición.
Está conectada mediante una red de fibra de 30 Gb/s a una computadora de alta potencia ubicada en la Universidad de Bristol que permite visualizar en el Data Dome experimentos y espacios de realidad virtual.
Todas estas redes de comunicación y los datos que pueden llegar a circular por ellas, así como las aplicaciones que se generen, abren todo un mundo de posibilidades en el que ya piensan los socios de ‘Bristol is Open’. Entre las ideas a desarrollar, se encuentra la proyección de imágenes 3D en el cielo nocturno y, de esta forma, celebrar, por ejemplo, un concierto que pueda disfrutarse en múltiples espacios de la ciudad a la vez.