En 1997, la UNESCO declaró el área de Pompeya Patrimonio de la Humanidad por considerar que los extraordinarios vestigios hallados allí y en otras ciudades cercanas enterradas por la erupción, constituyen un completo testimonio vivo de la sociedad y de la vida cotidiana que se ha conservado prácticamente intacto durante dos mil años.
Ocupa 440.000 metros cuadrados e incluye las excavaciones arqueológicas de esta antigua ciudad romana sepultada por la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C. y congelada en el tiempo bajo la repentina lluvia de cenizas y lava que la ha preservado durante siglos.
Y es en este lugar por el que no ha pasado el tiempo en dos milenios, donde las nuevas tecnologías también encuentran su hueco con la instalación de un sofisticado sistema de videovigilancia.
La necesidad de instalar un sistema de seguridad de estas características surgió a raíz del proyecto Gran Pompeya, una iniciativa el Gobierno italiano destinada a aumentar la eficacia de las acciones e intervenciones para proteger el sitio arqueológico de Pompeya mediante la elaboración de un programa extraordinario y urgente de conservación, prevención, mantenimiento y restauración.
Una operación de gran envergadura que contó con 105 millones de euros de fondos FEDER y nacionales, cuyo objetivo es modernizar el yacimiento arqueológico de Pompeya no sólo estabilizando y restaurando las paredes y las superficies decoradas, sino también aprovechando el sistema de videovigilancia para mejorar la seguridad.
El proyecto se acompañó con un plan de estudios técnicos y científicos destinados a la identificación, la investigación de los conocimientos científicos y la dirección de las distintas operaciones, y requirió la convocatoria de una oferta de licitación para un nuevo sistema de videovigilancia que finalmente le fue otorgado a firma italiana suministradora de soluciones tecnológicas Metoda, en agosto de 2014.
Los lugares que conservan importantes vestigios arqueológicos suelen ser objeto de actos vandálicos y de robos. Los responsables de este espacio emblemático de Italia, que puede llegar a recibir 15 000 visitantes en un solo día (una cifra superada solo por el Coliseo de Roma), explican que con frecuencia encuentran grafitis, arañados y pintadas en los muros y frescos de las casas romanas, conocidas como domus, que conforman el núcleo del yacimiento arqueológico.
Estos actos vandálicos son perpetrados intencionadamente por turistas con sus bolígrafos y uñas cuando se las arreglan para permanecer entre los muros incluso después de que el lugar esté cerrado al público.
Por otra parte, a resultas de los recientes ataques terroristas, la Superintendencia de Pompeya, un Instituto del Ministerio de Bienes, Actividades Culturales y Turismo dotado de autonomía especial, que se ocupa de la protección, la conservación y el acceso público a los lugares del patrimonio cultural, consideró la posibilidad de utilizar un sistema de videovigilancia avanzado que complementara la labor física de los vigilantes.
Una de las prioridades era poder identificar claramente las caras de la gente y vigilar cualquier comportamiento anómalo dentro del área, así como cualquier objeto abandonado que se considerara potencialmente sospechoso
, explica el director adjunto de Metoda, Cesare Gonnelli.
Características del sistema de videovigilancia
La compañía optó por los equipos de Mobotix, cuya tecnología respondía a las necesidades reales de la Superintendencia sobre todo por la calidad de las imágenes
, señala Gonnelli. Las primeras cámaras de vídeo comenzaron a instalarse en julio de 2015, la mayoría de ellas D15, a excepción de unas diez D25 escogidas para armonizar con la arquitectura y el estilo.
En diciembre, Pompeya ya contaba con la vigilancia de 240 cámaras instaladas en las farolas que rodean el sitio arqueológico y en los muros interiores y exteriores de las domus. El objetivo final es instalar más de 380 cámaras.
En cualquier caso, el sistema de videovigilancia resulta un proyecto de TI y telecomunicaciones mucho más complicado, ya que fue preciso crear una compleja infraestructura de soporte de red que requería de 12 anillos de fibra óptica y 88 nodos.
Evitar sobrecargas en la red
Las cámaras de vídeo están en funcionamiento las 24 horas, pero, salvo requerimientos especiales y pese a contar con un sistema de almacenamiento NAS de 700 TB, sólo se activan por eventos para no sobrecargar la memoria. El concepto descentralizado de Mobotix ha permitido evitar la sobrecarga de la red en situaciones de uso críticas.
Las grabaciones se pueden visualizar más tarde en nueve monitores de 42 pulgadas en una sala de control especial provista de cuatro estaciones de trabajo para el personal de vigilancia.
Actualmente, se está contemplando implementar un sistema de análisis de vídeo para apoyar las medidas antigrafiti y estudiar así los comportamientos considerados sospechosos. De este modo sería posible prevenir actos de vandalismo que pudieran causar daños irreparables al patrimonio artístico y cultural.