La Comisión Europea ha lanzado una serie de medidas centradas en la movilidad sostenible que, junto al resto de aspectos económicos y sociales de la unión, llevarán a cabo la transición hacia una economía baja en carbono.
Dentro del plan general para alcanzar este objetivo, se encuentra la estrategia enfocadas exclusivamente a la movilidad baja en emisiones, que debe seguir de guía a todos los Estados miembros para alcanzar los objetivos de emisiones marcados para 2030.
Según anunció la Comisión Europea el pasado 20 de julio, los principales elementos de la estrategia de movilidad incluye el aumento en la eficiencia de los sistemas de transporte mediante las tecnologías digitales, el fomento del uso de medios de transportes menos contaminantes y precios competitivos.
Además, incluye la aceleración en el despliegue de combustibles de baja emisión en el transporte público, como los biocarburantes avanzados, electricidad de origen renovable, combustibles sintéticos renovables y la eliminación de los obstáculos a la electrificación del transporte.
La estrategia también recomienda la transición hacia los vehículos de cero emisiones y otorga un papel crucial a las ciudades y sus autoridades locales para llevar a cabo la estrategia mediante el despliegue de incentivos al uso de vehículos de baja emisión y de energías limpias y el fomento del cambio al uso de transporte multimodal y activo: bicicleta, a pie, transporte público y vehículo compartido, para reducir los atascos y la contaminación.
Por último, la estrategia incluye el compromiso de Europa en pos del esfuerzo global para controlar las emisiones procedentes de la aviación internacional y el transporte marítimo.