A mitad del siglo XIX la Universidad de Maryland ya se había establecido en College Park, una población de 30.000 habitantes. Pero fue Wilbur Wright, inventor y pionero de la aviación, quien hizo famosa a la ciudad gracias a que el 7 de Octubre de 1909, el biplano Wright Tipo A fue por primera vez ensamblado. Por esta razón, el aeropuerto de College Park (KCGS) aún es conocido como «la cuna de la aviación».
A pesar de que el aeropuerto aún se mantiene en activo tras más de 100 años, hoy en día se trata mayoritariamente de una curiosidad histórica. Inicialmente, se limpió parte del campo y se erigió un pequeño hangar temporal. Pero cuando los aeropuertos empezaron a ofrecer infraestructuras y servicios estándares como zonas de facturación, áreas de embarque o pequeños establecimientos de comida y venta minorista, esta estructura temporal rápidamente evolucionó en algo que actualmente reconocemos como un aeropuerto tradicional.
Al igual que las estaciones ferroviarias, se fueron establecieron una serie de aeropuertos más pequeños de este tipo, que operaban mediante concesión del propietario. Pero el problema de este modelo es que no estaba a la altura de las expectativas de los pasajeros. Era como volar desde el aeropuerto de Beauvais, cerca de París, en vez del Charles de Gaulle o desde cualquier otra terminal low cost: puede que sea técnicamente viable pero la experiencia dista mucho de ser memorable. Un aeropuerto con estas características implica un aeropuerto con prestaciones muy limitadas. A pesar de ser comercialmente eficientes, no ofrecen una experiencia satisfactoria a los viajeros.
El presente: un Hub Global
En enero de 2009, cien años después de la construcción del College Park Airport, el gobierno del Reino Unido anunció su apoyo a la expansión del aeropuerto de Heathrow para incluir una tercera pista y el edificio de la sexta terminal. Heathrow es el único aeropuerto considerado como un Hub Global en el Reino Unido y el mayor aeropuerto internacional del país, con conexiones a 180 destinos en 90 países. Es uno de los aeropuertos más reconocidos por sus servicios, con una gran valoración por parte del cliente y enormes oportunidades de negocio.
Más de 200 de las 300 mayores empresas del Reino Unido están situadas en un radio menor a 25 millas (unos 40 kilómetros) de Heathrow. Este también es un lugar importante para muchas empresas que se sirven de Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC), como Thomas Cook y BP, que ofrecen servicios TIC de la mano de Comarch. Las nuevas tecnologías y unas instalaciones funcionales hacen de Heathrow uno de los mejores aeropuertos del mundo, también según los clientes de las aerolíneas.
Así pues, ¿qué hace a Heathrow tan especial?. Entre los elementos más importantes se encuentran el acceso a Internet de banda ancha inalámbrico, telefonía por IP, sistemas de video de última generación, una amplia variedad de conocidas tiendas y restaurantes, eventos especiales, como música en vivo en las terminales, y una exquisita asistencia personalizada en las compras. Es por eso que Heathrow adoptó el eslogan ‘Hacemos que cada viaje sea mejor’.
Para Vincenzo Sinibaldi, director de Desarrollo de Negocio de Comarch una de las claves del éxito de la modernización de Heathrow ha sido un uso inteligente de las nuevas tecnologías. El programa de fidelización de compras del aeropuerto ‘Heathrow Rewards’, por ejemplo, está basado en una relación estable y en continuo desarrollo con Comarch y ha permitido que los negocios del aeropuerto se beneficien de un aumento del 14 por ciento en los gastos por visita. Ahora los miembros del programa gastan £49 (58 euros aproximadamente) más que los que no son miembros
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Por otra parte, según explica Sinibaldi, los costes operativos del programa se han visto reducidos en un 2,5 por ciento a pesar de experimentar un aumento del 64 por ciento en el número de miembros y un incremento del 27 por ciento en el número de transacciones. Heathrow busca en sus socios tecnológicos precios competitivos y bajos gastos de mantenimiento de sus propios recursos e infraestructura IT
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El futuro: la Aerotrópolis inteligente
Imagine que se está aproximando a la estación del aeropuerto en un cómodo tren exprés. Ya ha facturado su equipaje en la estación de tren en el centro de la ciudad y, por tanto, ya no tiene que preocuparse de ello. Sabe que el tren llegará en hora y que el embarque comenzará en 95 minutos. Su compañero de trabajo, que está de camino en coche, ya ha revisado los aparcamientos disponibles y ha usado una oferta exclusiva sólo para miembros.
Mientras se aproxima a la terminal, el móvil le envía una notificación ‘push’ con sus datos de vuelo y el tiempo de espera medio en la zona de control de seguridad. Gracias a los servicios basados en la localización y la tecnología beacon, los comercios locales pueden ofrecerle ofertas especiales a su medida, por no mencionar los puntos, tanto los de su aerolínea (en Avios o millas), como los del programa de puntos del aeropuerto.
El nivel de satisfacción de los pasajeros es alto cuando forman parte de programas de fidelización de ‘coalición’, un buen ejemplo es el programa ‘Thanks Again’. Si, por ejemplo, se le olvidó cuál es la golosina favorita de su hijo, mediante los beacons y su smartphone se le podrá enviar recordatorios personalizados que le ayudarán a hacer feliz a los suyos.
Los aeropuertos del futuro explotarán por completo el potencial de las nuevas tecnologías, incluyendo sensores, procesadores de información, apps móviles, herramientas de gamificación y analíticas de comportamiento. La clave es un proceso estratégico de integración entre aerolíneas, comercios, restaurantes, cafés e instalaciones de parking. En este modelo, los aeropuertos pueden, entre otras ventajas, ejercer venta cruzada y aumentar el volumen de ventas a los pasajeros.
Es comúnmente aceptado dentro de la industria de la aviación que los ingresos no aeronáuticos (los parkings, comercios, inmobiliarias, publicidad, restaurantes, cafeterías y otros tipos de concesiones) serán cada vez más importantes en los años venideros. Los aeropuertos, tal y como los conocemos actualmente, serán probablemente reemplazados por ciudades aeroportuarias del futuro (‘aerotrópolis’).
Las ciudades inteligentes no pueden existir sin aeropuertos inteligentes, pero los aeropuertos inteligentes también necesitan a las ciudades inteligentes. Este es el motivo por el que es tan importante la integración con las áreas urbanas que les rodean y una buena relación con las autoridades del transporte y el comercio local. Un aeropuerto de este tipo puede beneficiar a toda la región.