Este jueves, a primera hora de la mañana, ha aterrizado en el Aeropuerto de Sevilla el primer avión tripulado día y noche que utiliza como único combustible la energía solar. El Solar Impulse II, de 72 metros de envergadura y 2,3 toneladas de peso, ha llegado pilotada por el suizo Bertrand Piccard, promotor, junto con su compatriota y también piloto André Borcschberg, de este ambicioso proyecto, que nació en 1999.
La aeronave cuenta con 17.248 células solares situadas en las alas y dispone de cuatro baterías que almacenan la energía solar, de tal forma que su único combustible es la electricidad que genera el sol. La velocidad de vuelto oscila entre los 45 y los 90 kilómetros por hora. El avión partió del Aeropuerto John Fitzgerald Kennedy (JFK) de Nueva York el pasado lunes y ha cruzado el océano Atlántico sin escalas.
Sevilla es una de las escalas en la ruta de vuelo de la aeronave, la primera que está dando la vuelta al mundo propulsada únicamente con energía solar. En total cubrirá 35.000 kilómetros de una ruta que partió de Abu Dhabi en marzo de 2015 y ya ha realizado 16 escalas (con un parón de casi un año, entre junio de 2015 y abril de 2016). Por el momento, el avión solar ha ido cumpliendo su objetivo inicial de completar la misión en cinco meses a lo largo de dos años.
El Aeropuerto de Sevilla ha habilitado una zona paralela al campo de vuelos para que el equipo que acompaña al Solar Impulse II pueda levantar su hangar portátil, en el que acometerán las labores de
mantenimiento de la aeronave y la protegerán de fenómenos meteorológicos adversos, como la lluvia o el viento.