Madrid y su área metropolitana se enfrenta a grandes retos en materia medioambiental y desarrollo sostenible en los próximos años, retos que son equiparables a los de la mayoría de ciudades del mundo. Energía, agua, movilidad y transporte, edificación, calidad del aire, inclusión social y aumento de su resiliencia, son aspectos claves y desafíos para la Comunidad de Madrid, según el documento ‘Ciudades del futuro: Propuestas desde la Ingeniería’ elaborado por un grupo de trabajo del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid.
El documento ofrece un diagnóstico de la situación de Madrid y su área metropolitana en cada una de las materias de análisis y lanza un total de 81 propuestas para dar respuesta a los retos que garantizarán un desarrollo sostenible y la habitabilidad de la capital y las ciudades que la rodean.
El informe cifra las emisiones directas de CO2 al año en Madrid en unas 18.600 kilotoneladas, según datos de 2014, a lo que habría que añadir las emisiones indirectas, que se situaron en ese mismo periodo de tiempo en 15.300 kt CO2/año. El grupo de trabajo responsable del informe considera fundamental conseguir la neutralidad energética de los servicios públicos urbanos, así como conseguir la conversión de al menos tres edificios públicos (oficina pública, centro educativo y hospital) de gran representatividad, en edificios de energía casi nula.
Ciudad resiliente
La resiliencia de la ciudad que le permitiría responder frente a situaciones adversas como pueda ser la interrupción de suministro de energía por causas como fenómenos meteorológicos, es uno de los aspectos que debe desarrollar Madrid, debido al grado de automatización en muchos servicios públicos. La pobreza y la inclusión social, es otro de los desafíos a abordar por las grandes ciudades, para lo que en documento solicita un programa ambicioso para la rehabilitación energética que contenga criterios en su aplicación referidos a la pobreza energética.
En cuanto a la movilidad y el transporte, los autores del informe consideran necesario realizar una nueva encuesta de movilidad que debe ser actualizada con una periodicidad máxima de 5 años y desarrollar el Plan Estratégico de Movilidad Sostenible de la Comunidad de Madrid que contempla como horizonte el año 2025, con el objeto de verificar si se van cumpliendo tanto los objetivos generales como los cuantitativos.
Este aspecto aparece muy vinculado a la calidad del aire, puesto que en ella influye el mayor uso del transporte público por parte de los madrileños. Para eso cree que hay que aumentar las plataformas reservadas de autobús e intercambiadores de transporte, fomentar planes de movilidad de trabajadores, elaborar planes urbanísticos con objetivos ambiciosos de cuota de transporte público y actualizar los planes de movilidad sostenible.
El agua es otro de los retos a los que se enfrenta Madrid, que según el informe dispondrá con el tiempo de menores recursos hídricos como consecuencia del calentamiento global. Ante esta situación, recomienda elaborar un Plan de Sequía que garantice el suministro en cualquier escenario y considera necesario potenciar el uso de agua regenerada de depuradoras municipales para riego de zonas verdes, baldeo de calles, red contraincendios e industrias con el fin de poder disponer de mayor cantidad de agua para el consumo humano.