Tras cuatro años de actividades, el proyecto europeo ecoDriver ha hecho públicos los primeros resultados obtenidos. El proyecto piloto ha involucrado a 170 conductores de siete países, entre ellos España, que han testado nueve diferentes sistemas para impulsar la eco-conducción.
Pese a pequeñas variaciones en términos de porcentajes, principalmente los datos muestran que, con todos los sistemas probados, la reducción en combustible consumido y emisiones de CO2 suponen una media de más del 4% de ahorro, alcanzando un máximo de 5,8% en vías rurales.
De los sistemas probados, aquellos que son fijos e insertados en el vehículo, resultaron ser más efectivos que el resto, con un ahorro de combustible superior al 6%, frente al 2,5% de media que proporcionaron las Apps. Ello es debido al mejor funcionamiento de los sistemas instalados en el vehículo frente a otros como una App, si bien son más baratas y ofrecen principalmente información GPS.
Conducción más segura
Los resultados de las pruebas realizadas con el apoyo de una amplia variedad de sistemas de eco-driving, facilitan recomendaciones muy precisas y personalizadas sobre la velocidad y sostenibilidad, así como prevé cómo conducir cuando nos acercamos a una vía determinada o una situación particular de tráfico. Estos sistemas pueden aportar una contribución real a la reducción de la huella de carbono causada por el tráfico en las carreteras y al ahorro de combustible. Los sistemas además suponen importantes beneficios para la seguridad ya que animan a los conductores a reducir la velocidad
, explicó Oliver Carsten, profesor de la universidad de Leeds y coordinador de ecoDriver.
Los sistemas desarrollados por las empresas que han formado parte del proyecto ecoDriver también suponen un impacto positivo en situaciones de aceleración y desaceleración, lo que debería traducirse en menos accidentes graves. Concretamente, cuando un sistema ecoDriver incluía la indicación de velocidad eficiente recomendada, la media de velocidad se redujo de uno 2% a un 4%. También se observó un significativo descenso de la velocidad antes de tomar curvas en vías rurales, entre aquellos conductores que testaban sistemas insertados en el vehículo.
El transporte por carretera supone en torno a una quinta parte del total de emisiones CO2 en la Unión Europea. Aunque se han hecho avances en términos de vehículos más limpios, gestión del tráfico, eficiencia y transporte intermodal, el vínculo final es el conductor. El comportamiento del conductor tiene la mayor influencia en el gasto de combustible y en las emisiones
, consideró Hermann Meyer, CEO de ERTICO, plataforma público-privada de investigación para la movilidad sostenible en Europa.Proyectos como ecoDriver nos permite probar el comportamiento de los conductores en la vida real y representa una importante contribución para incrementar la seguridad en las carreteras europeas a la vez que promocionar la eco-conducción
consideró Meyer.
Los cuatro años del proyecto se cerraron con un evento final celebrado el 17 de marzo en la ciudad alemana de Stuttgar, donde siete vehículos mostraron a los visitantes los diferentes sistemas desarrollados por los socios del proyecto: BMW, TNO, VTI, CTAG, TomTom Telematics, IKA, IFSTTAR, CRF y Daimler.