Dos de las principales arterias de la ciudad británica de Newcastle han sido equipadas con una serie de unidades de comunicación para probar nuevos sistemas de tráfico cooperativo e inteligente entre semáforos y conductores. El fin de estos sistemas es conseguir que el tráfico sea más seguro y eficiente a través del intercambio de información entre quienes van al volante de sus vehículos y los semáforos de las ciudades.
Los conductores reciben información sobre la duración de la fase actual del semáforo así como indicación sobre la velocidad a la que hay más probabilidades de encontrar luz verde o roja. Por otra parte, el sistema recoge datos sobre el flujo de tráfico y sobre las emisiones contaminantes.
Para el desarrollo de las pruebas se han equipado con unidades de comunicación doce vehículos de un servicio de ambulancias, dos coches eléctricos proporcionados por la Universidad de Newcastle y 20 sistemas de señalización. Las unidades a bordo de los coches transmiten mensajes sobre su estado a las unidades integradas en los semáforos, a un ritmo de diez veces por segundo. A su vez, estas remiten la información a los centros de control, mediante una red WLAN estándar especialmente diseñada para sistemas inteligentes de tráfico.
Los conductores pueden usar una aplicación para visualizar la información del centro de control en una tablet. De este modo, pueden ver la cuenta atrás hasta el próximo cambio de semáforo y recibir consejos sobre la mejor ruta en función de las condiciones en ese determinado momento. Cuando un vehículo se sitúa a 200 metros de un semáforo, la luz pasa a verde siempre que es posible.
Otro de los tests en curso se centra en la interconexión entre coches y entre estos y los centros de control de tráfico, como vía para evitar la congestión y los accidentes en las vías urbanas. Los centros de control pueden utilizar los datos de la intercomunicación para afinar los patrones de apertura o cierre de los semáforos. Asimismo, pueden dar prioridad a determinados vehículos, como los equipos de emergencia. De este modo, la intercomunicación entre los vehículos y la infraestructura está creando las condiciones necesarias para una futura automatización del tráfico urbano.
La Universidad de Newcastle lidera el proyecto, con la participación del ayuntamiento de la ciudad y de Siemens, principal responsable de las unidades de comunicación de los semáforos y del intercambio de datos entre los coches y el centro de control. Esto incluye la integración de las unidades en la app, las unidades a bordo y el software de los centros de control. Desde hace tiempo, Siemens, como parte del proyecto de la Unión Europea Compass4D, desarrolla y evalúa aplicaciones de sistemas de tráfico cooperativo e inteligente.