Pasear por el más reciente de los puentes inaugurados sobre el británico río Támesis puede convertirse en una experiencia muy diferente si el peatón lo hace tras la caída del sol, porque entonces la baranda de 400 metros que recorre el trayecto entre la zona de Caversham al norte del río y Reading al sur, se encarga de iluminar el puente y cambiar el color de sus luces.
Es la solución integrada en esta estructura que fue abierta a peatones y ciclistas el pasado mes de septiembre y que le otorga la iluminación que convierte al puente en una atracción para la zona en las horas de oscuridad. El proyecto de iluminación ha corrido a cargo de la compañía Schréder, cuyos especialistas fueron lo encargados de instalar la baranda, teniendo que adaptarla a las especificaciones del diseño de la estructura, para lo que tuvieron que crear un sistema a medida para encajar la baranda a la curvatura del puente.
Además de la baranda LED, Schréder instaló una serie de bañadores (proyectores de luz vertical) para iluminar el puente, incluyendo uno ubicado en la cima del mástil de la estructura, que alcanza los 40 metros de altura. Además se instaló un display alrededor del resto del puente que cambia de color e incluye iluminación cromática en los cables de suspensión del puente, también bajo la pasarela para iluminar el envés y franjas LED flexibles bajo dos bancas flotantes ubicadas en el puente.
El puente ha sido construido por el Reading Borough Coouncil por un valor de 5,9 millones de libras. La infraestructura pretende mejorar la conectividad entre Caversham y se enmarca dentro del programa de regeneració de Reading. Por otra parte, aliviar la congestión de las dos rutas de vehículos existentes mediante su función como puente peatonal y carril bici.