CIUDAD 202 ha llegado a su fin tras cuatro años de trabajo, dando como resultado 33 activos tecnológicos experimentales, definidos, desarrollados y probados en ciudades como Málaga, Santander o Zaragoza, al servicio de un nuevo modelo de ciudad inteligente y sostenible en el que el ciudadano es protagonista.
A las herramientas diseñadas alrededor de la visión del ciudadano como «sensor» se añaden otras soluciones como el portal de CIUDAD 2020, que presenta un nuevo marco de relación centralizado, inteligente y personalizado del individuo con su ciudad, o la plataforma tecnológica, basada en una red cloud y en el Internet de las Cosas, que integra toda la información de la ciudad y sus recursos, así como los servicios y aplicaciones de eficiencia energética, movilidad y transporte, y medioambiente que se han generado en el proyecto.
Gracias a todas estas nuevas tecnologías, tras darse de alta en el portal de CIUDAD 2020, un ciudadano puede acceder a todos los servicios y aplicaciones que le ofrece su ciudad de forma segura, recibir notificaciones, recomendaciones y avisos personalizados en su teléfono inteligente o tableta.
Por ejemplo, rutas intermodales recomendadas, información sobre la contaminación, aparcamientos libres, consumo energético de su vivienda, actividades de ocio según las preferencias del ciudadano, etc.
Información en tiempo real para el gestor de la ciudad
Asimismo, CIUDAD 2020, mediante la integración de datos de fuentes heterogéneas y su procesamiento eficiente, muestra sobre el mapa de la localidad la información en tiempo real sobre la ciudad y todos sus recursos de mucha utilidad para los gestores de la ciudad, pudiendo medir el impacto de sus políticas en los ámbitos de movilidad, eficiencia energética y medioambiente.
Además, el gestor dispone de nuevas herramientas como una plataforma de visualización de datos energéticos monitorizados en infraestructuras y soluciones para la regulación automática de instalaciones de climatización e iluminación en edificios y espacios públicos. Para mejorar la movilidad, cuenta con un sistema de monitorización del tráfico en puntos críticos, como rotondas y cruces; un sistema para facilitar el acceso y actuación de los medios de intervención en emergencias; un sistema de monitorización de plazas de aparcamiento o una herramienta de detección de plazas de carga y descarga, integrada con los sistemas de gestión de flotas, para mejorar la gestión de mercancías. El gestor también puede guiar a los ciudadanos para que elijan una ruta u otra en función del tráfico o para establecer vías verdes y puede cambiar esas rutas al momento con la información en tiempo real.
El proyecto propone a las ciudades un nuevo modelo de monitorización de la calidad del aire atmosférico y del nivel de ruido en la calle basado en nuevas redes de sensores inalámbricos de bajo coste cuyo despliegue masivo a lo largo y ancho de la ciudad ofrece una visión más realista de la contaminación en la ciudad. La gestión integrada de la información ofrece al gestor de la ciudad un mapa de contaminación en tiempo real, que le ayuda a generar alarmas, le permite predecir el nivel de contaminación y tomar decisiones medioambientales, proponiendo, por ejemplo, rutas verdes.
Soluciones y retos de futuro
Los 33 activos tecnológicos experimentales desarrollados en CIUDAD 2020 han demostrado que la tecnología de las smart cities ya existe y se incorporarán progresivamente a la oferta de soluciones de las empresas participantes en el proyecto. Indra lidera el consorcio formado por Ferrovial Agroman, Atos, Fagor Electrónica y GFI Informática; y las pymes Fractalia, Daedalus, Tekia, e iSOCO. Completan el consorcio varios grupos de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad Carlos III, la Universidad de Zaragoza, la Universidad de Cantabria y la Universidad de la Coruña, así como las fundaciones Barcelona Digital y CI3 (Centro de Innovación de Infraestructuras Inteligentes). Málaga, Zaragoza y Santander han sido las ciudades colaboradoras del proyecto y en las que se han probado sus desarrollos.
Tras la finalización del proyecto de I+D+i, el siguiente paso es implantar las soluciones desarrolladas en proyectos reales que lleven estas innovaciones a las ciudades y dar a conocer a los ciudadanos su existencia para que puedan utilizarlas y tomen conciencia de su papel protagonista en la mejora de su ciudad.
Otros retos de futuro son mejorar el acceso a los datos a través del Open Data para estructurarlos y darles sentido a través del Linked Open Data, avanzar en las posibilidades que ofrecen el big data y el Internet de las Cosas y aprovechar todo el potencial de las smart cities como palanca para generar negocio y riqueza en las ciudades.