La Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas, S.A. (SEGITTUR) ha comenzado los trabajos para la conversión de la isla de Cozumel en el primer Destino Inteligente del Caribe Mexicano.
Esta actuación forma parte del acuerdo de colaboración suscrito, el pasado mes de enero, entre la Secretaría de Estado de Turismo de los Estados Unidos Mexicanos y el Ministerio de Industria, Energía y Turismo de España, enmarcado dentro del Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación Turística entre España y México.
Durante esta semana, técnicos de SEGITTUR se han desplazado a la isla de Cozumel para reunirse con la SECTUR, SEDETUR, FONATUR, responsables de promoción turística de Cozumel y la Rivera Maya, así como con los máximos responsables de la Fundación de Parques, Museos de Cozumel e Instituciones Académicas.
Se han mantenido encuentros con las autoridades responsables de los Puertos, el Muelle, responsables autoridades federales, asociaciones y cámaras empresariales, operadores del aeropuerto y empresas de transporte.
El objetivo es recabar la máxima información sobre el terreno para la elaboración del informe diagnóstico y la posterior elaboración del plan de acción que permita que la isla de Cozumel cuente con su hoja de ruta para convertirse en el primer destino inteligente del Caribe Mexicano.
Las autoridades mexicanas habían mostrado interés por el proyecto de Destinos Turísticos Inteligentes, que lidera SEGITTUR, dentro del Plan Nacional e Integral de Turismo 2012-2015, con el que se quiere mejorar el posicionamiento de España como destino turístico mundial, buscando nuevos mecanismos para impulsar la innovación en los destinos y con la incorporación de las tecnologías necesarias (TIC, eficiencia energética, etc.), permitiendo crear servicios diferenciales más competitivos y rentables.
Destino Inteligente
Un destino turístico inteligente es un destino innovador, accesible para todos, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia, que garantiza el desarrollo sostenible del territorio turístico, facilita la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementa la calidad de su experiencia en el destino, a la vez que mejora la calidad de vida del residente.
La intención de convertirse en un Destino Turístico Inteligente supone el establecimiento de una estrategia de revalorización del destino que permite aumentar su competitividad, mediante sus atractivos naturales y culturales, la mejora en la eficiencia de los procesos de producción y distribución que finalmente impulse del desarrollo sostenible y facilite la interacción del visitante con el destino.
Entre los beneficios que conlleva la conversión de un destino en un destino inteligente destaca la estimulación y el incremento de la competitividad a través de la capacidad innovadora, lo que repercute en una mejora de la percepción del destino, generando márgenes superiores de la calidad de vida de los residentes.