El Consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, José Sánchez Maldonado, ha apostado por convertir la innovación y la investigación en signo de identidad
de la sociedad andaluza y principio rector
del modelo económico andaluz, pues sólo así se puede aspirar a un crecimiento sólido, con proyección y futuro
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Sánchez Maldonado ha inaugurado en Sevilla la jornada ‘Estrategia de Investigación e Innovación para la Especialización Inteligente RIS3’ organizada por el Instituto de Prospectiva Tecnológica (IPTS), acto en el que ha asegurado que todos tenemos por delante una importante oportunidad de contribuir al progreso de nuestras sociedades, y en Andalucía lo tenemos todo dispuesto, los deberes hechos, para poder aprovecharla en las mejores condiciones
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En este sentido, el Consejero ha destacado la importancia de la Estrategia de Innovación de Andalucía 2020 que va a orientar, durante los próximos años, la política económica de la región y en la que la Junta va a concentrar todos sus esfuerzos y recursos posibles para impulsar la I+D+i como verdadero factor de crecimiento de la economía, para que sean la base de un nuevo modelo productivo que permita abrir nuevos mercados y ser más competitivos
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Para el titular de Economía, la Estrategia es necesaria
, por un lado, porque en el contexto económico mundial, la innovación constituye un factor clave de competitividad
y, en segundo lugar, porque, a pesar de los esfuerzos públicos realizados en inversión en esta materia, la Unión Europea continúa rezagada en el marco global respecto a otros territorios y, por tanto, plantea la necesidad de optimizar los recursos públicos buscando sinergias y priorizando la eficacia en su uso, como ejes fundamentales de la Política regional
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Ocho prioridades de especialización
La iniciativa fija ocho prioridades de especialización económica en las que se concentrarán los esfuerzos durante los próximos siete años: movilidad y logística; industria avanzada vinculada al transporte; recursos endógenos de base territorial; turismo, cultura y ocio; salud y bienestar social; agroindustria y alimentación saludable; energías renovables, eficiencia energética y construcción sostenible, y economía digital y TIC. El documento ha sido elaborado con la participación y el respaldo de expertos, emprendedores, tecnólogos y especialistas universitarios.
Entre sus objetivos destacan: elevar el gasto en I+D+i hasta el 2,2% en 2020, situar en el 50% el peso del sector privado en el gasto global en I+D+i, incrementar en un 20% el número de personas dedicadas a la investigación en jornada completa (de 24.650 a 29.580); duplicar el número de empresas innovadoras hasta alcanzar las 9.980 y superar las 700 solicitudes de patentes (incremento del 50%).
Por otro lado, y en relación con las actividades manufactureras de media y alta tecnología, su finalidad es aumentar en un 50% su Valor Añadido Bruto (de 2.000 a 3.000 millones de euros anuales) y en un 60% el valor de sus exportaciones hasta los 9.272 millones. Asimismo, establece medidas para aumentar en un 20% la intensidad de la I+D+i en las empresas catalogadas como innovadoras por el Instituto Nacional de Estadística. Este indicador hace referencia a la relación entre el porcentaje de gastos de innovación en relación con la cifra total de negocios, que se pretende incrementar desde el 2,4% al 2,9%.
Otros objetivos pasan por alcanzar el 100% de cobertura de banda ancha rápida y el 50% de hogares conectados con más de 100 Mbps; duplicar el porcentaje de firmas andaluzas que se incorporan al mercado digital, es decir, que ofrecen servicios de pedidos y reservas ‘on line’ en sus páginas web (desde el 20% al 40%) y lograr que el uso habitual de internet se generalice entre el 85% tanto de la población andaluza como de las empresas, frente a los valores base de 2012 que cuantifican esta proporción en el 60,4% y 67,5, respectivamente.