El proyecto LIFE «Green TIC» pone en marcha una nueva iniciativa para sensibilizar sobre la necesidad de que las organizaciones públicas y privadas (administraciones y organismos públicos, instituciones educativas, empresas, etc.) apliquen políticas Green al uso que realizan de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Este proyecto, financiado por el instrumento LIFE de la Unión Europea, es desarrollado por la Junta de Castilla y León, a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, junto con el Ayuntamiento de Logroño y la Fundación San Valero (Aragón), tiene como objetivo principal promover la aplicación de criterios y políticas Green TIC entre las organizaciones, especialmente en el sector público.
Esta nueva iniciativa consiste en proponer a las diferentes Entidades Locales la firma de una Carta de entidad comprometida con las GREEN TIC, en la que cada consistorio dispone de un menú de medidas y buenas prácticas que voluntariamente se compromete a aplicar, pudiendo optar por una, varias o todas ellas, así como añadir otras que sean de su interés.
Por ello se invita a las Entidades Locales a sumarse a esta iniciativa y a ratificar su compromiso con la sostenibilidad ambiental, desde la perspectiva de las Green TIC a través de una sencilla acción que no es otra que firmar una carta de “Entidad comprometida con las Green TIC”.
El enfoque Green TIC es un complemento importante para entidades que tienen una Estrategia de Desarrollo Sostenible, una Agenda 21, son miembros del Pacto de Alcaldes, de redes como la Red de Ciudades Inteligentes (RECI) o la red de ciudades contra el clima o tienen un plan de acción de sostenibilidad energética, ya que el consumo de electricidad asociado a las infraestructuras y dispositivos TIC supone ya un 10% del total en la Unión Europea.
La Carta ofrece un menú de opciones a las entidades que quieran suscribirla, en función de sus posibilidades y puede ser progresiva, comenzando por sencillas acciones, como sensibilizar a los empleados públicos sobre la huella de carbono del uso de las TIC, o la adopción de buenas prácticas en el puesto de trabajo; o llegando a otras más ambiciosas como la elaboración de un inventario de emisiones TIC, la aprobación de un Plan de Acción Local Green TIC, o la adopción de criterios de compra verde para los equipos y dispositivos TIC, incluyendo la infraestructura necesaria para el desarrollo de las Smart Cities.