El Puig de Santa María ha conseguido un ahorro de 100.000 euros en luz gracias a las mejoras en la instalación eléctrica y en los edificios públicos. El Ayuntamiento continúa en su lucha por reducir el consumo de electricidad a través del plan estratégico de ahorro energético que arrancó en 2011. Para ello, se ha creado un grupo de trabajo encargado del control y seguimiento de las instalaciones, del consumo y la facturación energética.
Conlleva, principalmente, tres líneas de trabajo:
- Mejora en la instalación eléctrica general del municipio y de edificios públicos con la implantación de sistemas más eficientes y económicos de iluminación como placas solares, cambio de luminarias o de ventanales.
- Optimización del alumbrado público mediante el ajuste horario de manera que, con los niveles de luminosidad adecuados y acordes a la ley, se reduzca el consumo.
- También se han cambiado las luminarias a tecnología LED a través del plan de eficiencia energética para el cambio de alumbrado público subvencionado por la Diputación que permite ahorrar en la factura eléctrica y, al mismo tiempo, proteger el medio ambiente.
Se calcula que la inversión se recuperará en el plazo de un año y medio, tanto por el menor consumo como por el ahorro en mantenimiento y duración de las nuevas lámparas.
Debemos optimizar nuestros recursos al máximo y llevar a cabo sistemas eficientes de ahorro energético y sostenibilidad medioambiental
ha asegurado el primer edil, Jose Miguel Tolosa.
Plan estratégico de ahorro energético: disminución del gasto y protección del medio ambiente
Estas medidas hay que situarlas en el plan estratégico de ahorro energético que el municipio está llevando a cabo desde 2011 y que ha supuesto un ahorro de 100.000 euros, aún con el aumento que ha experimentado la factura eléctrica. La decisión está basada en los tiempos de dificultad económica actuales que afectan a la ciudadanía y que invitan a tomar decisiones de austeridad
, ha añadido Tolosa.
Solo en el último año, el Consistorio ha conseguido reducir 270.000 Kw que suponen, aún con el incremento de la factura eléctrica, un ahorro de unos 45.000 euros y, no menos importante, una emisión de 175 Tn menos de CO2 a la atmósfera.