El Departamento de Transporte de Estados Unidos –DOT (por sus siglas del inglés Department of Transportation)- pretende mejorar la seguridad en las carreteras de la región y, para ello, se han llevado a cabo un proyecto piloto con vehículos conectados a través de tecnología inalámbrica, desde turismos hasta trenes, pasando por camiones, autobuses, etc., serán capaces de comunicarse entre sí para prevenir accidentes, atascos y mejorar el medio ambiente.
Junto al DOT trabajan compañías automovilísticas de todo el mundo para investigar cómo la tecnología inalámbrica puede capacitar a los vehículos para comunicarse entre sí -V2V (vehicle-to-vehicle)- y con las infraestructuras que los rodean (vehicle-to-infraestructure) para así alertar a los conductores de posibles peligros en la carretera relacionado con otros vehículos, con la señalización u otro tipo de infraestructuras.
El sistema de vehículo conectado está basado en DSRC (Dedicated Short Range Communications), una tecnología similar al WiFi, que resulta rápida, segura y poco probable de ser vulnerada por interferencias y se podrá incorporar tanto de forma interna en el vehículo, como en dispositivos adquiridos después de la compra del mismo.
Seguridad
La NHTSA, Dirección para la Seguridad del Tráfico en Carreteras Nacionales, del DOT, sostiene, en sus investigaciones, que la tecnología del vehículo conectado puede prevenir la mayoría de tipos de accidentes más frecuentes, como choques en intersecciones o durante el cambio de carril para realizar un adelantamiento.
A través de alertas integradas en el vehículo, los conductores serán avisados del peligro de posibles choques como coches en el ángulo muerto de visión o una frenada brusca del vehículo que se encuentre delante. Asimismo, los conductores son alertados cuando entran en una zona escolar, cuando se están realizando tareas de reparación en los lados de las carreteras o cuando las luces del semáforo están a punto de cambiar.
Evitar atascos
Con la conexión entre vehículo e infraestructuras los conductores tienen la posibilidad de conocer en tiempo real la situación del tráfico en determinadas zonas y tomar decisiones que le eviten perder tiempo y recursos en un atasco cogiendo rutas alternativas, utilizando transporte público o cambiando la hora del viaje.
Esta información posibilita también que los usuarios hagan un uso más eficiente de los carburantes del vehículo y, por tanto, lograr un impacto positivo en el medio ambiente. En un futuro, la posibilidad de conectar trenes, autobuses y otros medios de transporte público puede permitir que los viajeros tengan mejor conocimiento de los horarios de llegada y repercutir en una mejora en la conexión entre medios.
Colaboración público-privada
En la investigación sobre cómo el transporte conectado puede mejorar la seguridad y movilidad en las carreteras y cuál puede ser su uso real, están colaborando la industria automovilística, la Dirección de Seguridad de Tráfico en Carreteras Nacionales, la Dirección de Investigación e Innovación Tecnológica (RITA) y la Dirección de Carreteras Federales, en coordinación con otras agencias federales y estatales.
Actualmente las líneas de investigación están centradas en aplicaciones de seguridad entre vehículos que pueden operar de acuerdo con los sensores basados en tecnologías de impedimento de choque existentes actualmente en el mercado. Esta investigación está siendo llevada a través de acuerdos de colaboración incluyendo el Consorcio de Integración de Infraestructuras de Vehículos, el Instituto de Investigación en Transporte de la Universidad de Michigan y la Asociación para la Medida de Anulación de Accidentes.
Ocho de los fabricantes automovilísticos más importantes están dando su apoyo a través de sus departamentos de investigación: Ford Motor Company, General Motors LLC., Honda R&D Americas, Hyundai-Kia America Technical Center, Mercedes-Benz Research and Development North America, Nissan Technical Center North America, Toyota Motor Engineering & Manufacturing North America y Volkswagen Group of America.
Programa Piloto
El programa piloto de Seguridad se estructura en dos fases: investigación, liderada por NHTSA y RITA para examinar la tecnología de vehículo conectado, y la aplicación en el mundo real. El proyecto piloto supone un trabajo preliminar para entender cómo esta tecnología interactúa en contextos reales entre vehículos y entre vehículos e infraestructuras.
A través de la evaluación de la tecnología del vehículo conectado, el Departamento espera conseguir la información necesaria para decidir si esta información está lista para ser instalada en otros programas de comunicación entre vehículos.
Primera fase: investigación
En agosto de 2011 el Departamento empezó la primera fase de investigación, testeando aplicaciones de asistencia en la conducción que incluían alertas ante peligro de colisión, señales de ‘Stop’ y otros mensajes similares. El programa de seis meses evaluó aproximadamente 700 vehículos en centros de Michigan, Minnesota, Florida, Virginia, California y Texas, finalizando en enero de 2012.
La información recogida mostró que a 9 de cada 10 conductores les gustaría contar con los beneficios del “vehicle-to-vehicle” en su propio coche y la mayoría cree que esta tecnología podría mejorar la seguridad en la conducción.
Segunda fase: desarrollo del modelo
En agosto de 2012 el DOT y sus socios iniciaron la segunda fase del programa piloto con un modelo de desarrollo de un año de duración, hasta verano de 2013. Con el apoyo de la industria, agencias públicas y el sector académico, el desarrollo se implementó en carreteras de Ann Arbor (Michigan), y se examinó un número limitado de aplicaciones para la seguridad en vehículos conectados con infraestructuras, además de continuar la investigación en aplicaciones de comunicación entre vehículos.
El proyecto usó aproximadamente 3.000 vehículos capaces de “hablar” entre sí, lo que creó una gran cantidad de datos sobre la operatividad, efectividad y seguridad del sistema. Estos vehículos han estado enviando y recibiendo información de forma electrónica a otros equipos y vehículos y convirtiendo la información en alertas cuando la situación de peligro así lo requería.
Los dispositivos analizados incluían sistemas embebidos en el vehículo, así como sistemas de seguridad adquiridos postventa y balizas simples de comunicación. Todos los sistemas y dispositivos emitían mensajes básicos de seguridad 10 veces por segundo dando lugar a una oleada de datos que otros vehículos equipados con estos dispositivos recibían y utilizaban para determinar cuándo existía un riesgo potencial.
Análisis de datos y regulación
Actualmente, la NHTSA está finalizando el análisis de los datos obtenidos que serán publicados próximamente. El informe incluirá el análisis de las investigaciones del DOT en áreas como la viabilidad tecnológica, privacidad y seguridad, y costes y beneficios estimados.
El siguiente paso será trabajar en una propuesta regulatoria para los dispositivos V2V de los próximos años.