La investigación conjunta realizada por el CIRCE y Endesa dentro del proyecto CRAVE ha permitido que la carga rápida con almacenamiento de vehículos eléctricos sea ya posible. Representantes de ambos dieron por clausurado de forma oficial el proyecto el pasado mes, cuyo objetivo principal ha sido diseñar un sistema de apoyo a la recarga rápida de vehículo eléctrico que, mediante el almacenamiento de energía y la integración de renovables, optimiza el uso de la energía, favorece el consumo de origen renovable y elimina los problemas de afección a la red eléctrica.
Tras el desarrollo de CRAVE, el vehículo eléctrico y el punto de recarga se convierten en elementos estabilizadores del sistema eléctrico, ya que la estación de recarga desarrollada es capaz de reducir o incluso eliminar los picos de consumo que puede producir la recarga rápida de los vehículos, lo que a su vez permite aumentar el número de recargas simultáneas. Para conseguirlo, se distribuye temporalmente el consumo de energía de la red mediante sistemas de almacenamiento de última generación, a la vez que usa las energías renovables, utilizando configuraciones de electrónica de potencia de alta eficiencia.