La Asociación Española de Gas muestra los beneficios que puede proporcionar el gas aplicado a la ciudad.

La industria del gas ha desarrollado una amplia tecnología que puede aportar eficiencia y calidad ambiental a la ciudad actual. Sus aplicaciones son muy diversas; el abanico va desde la implantación de cogeneraciones en grandes centros de servicios y de microcogeneraciones en viviendas, a la instalación de calderas de condensación, instalaciones solares con apoyo de gas, o bombas de calor y frío.

El transporte, tanto en flotas cautivas (autobuses urbanos o camiones de recogida de residuos, principalmente), como en automóviles, son otra propuesta que incide en gran manera en la mejora de la calidad del aire de nuestras ciudades. Estas ideas están recogidas en el recién presentado video “Gas, ciudadanos inteligentes”, de la Asociación Española del Gas, Sedigas, que muestra la aportación de éste combustible a una ciudad actual, cuyos esfuerzos van destinados a buscar la calidad de vida de sus ciudadanos.

El gas es una energía que todavía tiene mucho potencial de crecimiento en las ciudades españolas. Alrededor del 76% de la población vive en municipios que tienen servicio de distribución de gas natural, pero solo el 32% de la población lo utiliza. Este potencial de crecimiento es posible gracias al aprovechamiento de una red de gas moderna y ya existente.

Esta propuesta de incrementar el número de consumidores en núcleos urbanos forma parte de un proyecto de mayor envergadura de “expansión del gas”, que el sector gasista ha presentado al Gobierno, con el fin de ganar presencia en sectores tradicionales, como el ámbito doméstico-comercial o industrial, y también en otros donde hasta ahora su presencia era poca o no existía, como es su papel para la propulsión de automóviles, transporte por carretera o grandes buques.

Ahorros del 30% en calderas de condensación

Las calderas de condensación son una de las propuestas del video, tanto aplicables a viviendas como a grandes centros de servicios (hospitales, centros comerciales, educativos y deportivos…). Esta tecnología permite unos ahorros del 30% en el precio del combustible, si la comparamos con el gasóleo, a la vez que los rendimientos son superiores al 100%. El elemento medioambiental también es importante, al rebajar en un 40% las emisiones de CO2, en relación con el gasóleo; en un 99% las de CO, en referencia al carbón y la biomasa, y al no emitir partículas de suspensión a la atmósfera.

Con el fin de favorecer la implantación de estas calderas, Sedigas demanda al Gobierno el lanzamiento de un “Plan de Renovación de Calderas” de gasoil por gas canalizado. El objetivo es conseguir un triple impacto: ahorro en la factura energética del consumidor, mejora de la balanza de pagos del país en al menos 274 millones de euros —en menores importaciones de petróleo y derivados, por gas— y mejora de la calidad del aire de las ciudades.

Otra tecnología también aplicable tanto al sector residencial como de servicios, son las bombas de calor y frío a gas y el apoyo mediante calderas de alta eficiencia de gas a sistemas termosolares. Las primeras, cubren desde días muy calurosos a muy fríos y contribuyen, de forma importante, en la reducción de sobrecarga de la red eléctrica. Por otro lado, el apoyo mediante calderas de gas a las placas termosolares asegura la garantía de suministro, al compensar la interrumpibilidad de la energía solar.

La implantación de estas medidas y otras como la aplicación de sistemas electrónicos de gestión energética, la mejora en el aislamiento de los edificios o la instalación de cogeneraciones y microcogeneraciones, forman parte del plan de mejora de la eficiencia en los “edificios públicos” que la industria del gas también ha propuesto al Gobierno, y que podría suponer unos ahorros de entre el 15% y el 25% para la Administración.

Ahorros del 40% de la energía en cogeneración

El video también muestra de qué manera la implantación de cogeneraciones en grandes complejos o de microcogeneraciones en viviendas, puede suponer un ahorro del 40% de la energía primaria. Estos sistemas (que aprovechan el calor residual que se desprende del proceso de generación de electricidad) tienen unos rendimientos superiores al 90% y evitan posibles pérdidas en el transporte, al producirse la energía eléctrica en el mismo sitio donde se consume. Todos estos elementos repercuten en una mayor seguridad de suministro eléctrico y una mejora en la calificación energética del edificio. Para conseguir todos estos beneficios, el sector del gas demanda un marco regulatorio estable que impulse esta tecnología.

50% menos de costes de uso del vehículo

La utilización del gas vehicular puede suponer una reducción de hasta el 50% en los costes de uso del vehículo. Esta tecnología, ampliamente implantada en flotas cautivas, como los autobuses urbanos o los camiones de recogida de residuos, tiene la posibilidad también de introducirse en vehículos particulares y, ya fuera del ámbito urbano, en el transporte por carretera y para la propulsión de buques.

Tal y como se expone en el video, el elemento ambiental es fundamental en la implantación de gas en el transporte al reducir en un 97% las emisiones de CO; en un 60% las de NOx; en un 25% las de CO2; en cerca de un 100% las partículas en suspensión y en su práctica totalidad las de SO2. Además, reduce en un 50% el ruido ambiental causado por vehículos en las ciudades. Todas estas actuaciones que se muestran en el video, junto a otras aplicables a un ámbito más general, forman parte de las propuestas que el sector del gas ha presentado al Gobierno con el fin de sacar rendimiento de la red gasista existente, a la vez que contribuir, en gran manera, a la calidad de vida de las ciudades y a la reactivación de la economía española.

Puedes ver el vídeo completo en el enlace de abajo desde nuestra Videoteca.

 
 
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