El Consejero de Hacienda y Administración Pública de la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, ha presentado en Castellón la Agenda Digital de la Comunitat Valenciana (ADCV), junto con el alcalde de dicha localidad, Alfonso Bataller. El evento también reunió a representantes de la economía, la sociedad y las diferentes instituciones públicas valencianas.
Coordinada por la Consejería de Hacienda y Administración Pública, la Agenda orientará las actividades en materia de sociedad digital y TIC en la Comunidad los próximos siete años. Con el objetivo de que sea un proceso que incluya las aportaciones de todos los agentes implicados, la ADCV estará abierta al proceso de participación pública hasta el 15 de septiembre de este año a través de su página web.
Los ejes básicos en torno a los que gira la Agenda son:
- Ciudadanía Digital: con el objetivo de promover la participación activa de ciudadanos y empresas de la sociedad digital.
- Economía Digital: para impulsar el aumento de la competitividad y la creación de empleo a través de las TIC.
- Administración Digital: centrada en la mejora de la caldiad y la eficiencia de la adminsitración pública.
El consejero declaró que la Agenda Digital de la Comunitat Valenciana contribuirá a construir una economía más competitiva y una Administración más eficiente en la prestación de los servicios públicos, "la ADCV expresa el firme propósito del Consell de establecer una estrategia para el periodo 2014-2020, capaz de impulsar, a través de iniciativas concretas, el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como motor del crecimiento económico sostenible y del empleo de calidad en la Comunitat Valenciana", explicó.
En cuanto al uso intensivo de las TIC en la Generalitat, el conseller de Hacienda y Administración Pública ha concretado que aspiran a que esta Agenda aporte una Administración cercana, sin papel y transparente.
Esta Agenda Digital supondrá un monto aproximado de 600 millones de euros en los próximos siete años, estará cofinanciada con fondos europeos y distribuida entre los programas presupuestarios de las Consejerías que desarrollarán los planes y proyectos específicos. Por último, el consejero recordó "el enorme potencial económico del mercado TIC, que contribuye ya en un 20% al crecimiento de la productividad general de la economía y supone un 9´5% del PIB de la Comunitat Valenciana".
Sociedad de la Información
Alfoso Bataller, por su parte, se refirió a la sociedad de la información como "nuestro presente", un presente que, según el Alcalde, "se materializa en herramientas para el ciudadano que buscan mejorar su día a día y que a menudo requieren ser impulsados por las administraciones públicas y desarrollados con la colaboración de empresas, centros académicos y, por supuesto, de los ciudadanos".
"Las políticas que llevamos a cabo deben ser responsables y eficientes. Apoyarnos en la tecnología para mejorar la vida de las personas es un paso adelante que piensa, no sólo en las generaciones de hoy, sino en el bienestar de mañana: en el desarrollo de una forma sostenible de hacer política"."Un número considerable de ciudadanos -contitnuó-, a pesar de las mejoras realizadas en los últimos años, continúan pensando que sus Ayuntamientos no responden, adecuadamente, a los cambios que se han producido en la sociedad y en los estilos de vida actuales. La excesiva 'carga burocrática' es a menudo el motivo".
Los resultados de estas insatisfacciones, son visualizadas con relativa claridad, obteniendo:
- Esfuerzos no rentabilizados, que no se perciben como mejoras
- Recursos mal distribuidos o aplicados ineficientemente,
- Ciudadanos insatisfechos,
- Desconfianza en la capacidad gestora del sector público,
- Nuevas formas de protesta al margen de los canales participativos tradicionales
"Las comunidades locales presionan para que la gestión pública, en general, y muy especialmente la local por su proximidad, les atienda eficientemente en sus necesidades, les preste servicios de calidad y les permita participar más activamente" señaló Bataller. "Los países de la OCDE apuestan por cambiar los parámetros de la relación entre administrador y administrado y convertir las administraciones en organizaciones basadas en que la Administración es un servicio cuyo cliente es el público, pasando de la actual cultura administrativa a una ‘Administración receptiva'".