El Ayuntamiento de Majadahonda, a través de su Concejalía de Nuevas Tecnologías, forma parte del Comité de Normalización de Ciudades Inteligentes que ha sido impulsado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio con el fin de elaborar una normativa que recoja las características y requisitos que debe reunir un municipio para alcanzar la categoría de Smart City.
Majadahonda se integra así en esta iniciativa de la que forman parte medio centenar de ciudades españolas con poblaciones entorno a los 200.000 habitantes, que han apostado por las nuevas tecnologías y por la creación de canales de comunicación permanentes con los ciudadanos.
El comité, que se constituyó a finales del pasado año 2012 y está formado por todas las partes interesadas e implicadas en la materia, incluidas las administraciones públicas, empresas, expertos, instituciones, universidades y centros tecnológicos, entre otros, con el objetivo de conseguir el máximo consenso en la realización de la normativa, que permitirá optimizar la gestión de las empresas y administraciones y la prestación de los servicios, para que alcancen los estándares de calidad que marca AENOR.
La responsable de Nuevas Tecnologías, Cristina Durán, considera que las ciudades deben ofrecer a los ciudadanos, cada vez más formados y exigentes, los mecanismos necesarios que les ayuden a lograr las mayores cotas de bienestar. “Uno de los mejores instrumentos para lograrlo es la tecnología por su versatilidad, adaptación e inmediatez”, apunta la Edil.
En este sentido, el Comité de Normalización de Ciudades Inteligentes se ha propuesto proporcionar los instrumentos de partida que configuren ciudades inteligentes y el puente que facilite la intervención de los expertos españoles en los foros internacionales que se planteen en torno a este tema.
Indicadores y Semántica de las Smart Cities
Dentro del proyecto global, Majadahonda se ha incorporado al Subcomité de Indicadores y Semántica, cuya misión es proporcionar una nomenclatura de consenso que identifique los bienes y recursos, ya sean productos, aplicaciones, procedimientos, objetos, etc. Asimismo, definirá los indicadores que ayuden a reconocer y valorar los “Atributos de Inteligencia” del municipio para situarlo en el lugar que le corresponda en el ranking de Ciudades Inteligentes.
Estos medidores determinarán también la calidad de los servicios públicos relacionados con el medio ambiente y con la gestión de residuos, movilidad, calidad del aire o contaminación acústica, y, por otro lado, con las infraestructuras urbanas (energía, agua, transporte etc). Por último, constatarán la valoración que los ciudadanos hacen de ellos.