IBIL, la empresa de gestión de carga del vehículo eléctrico participada al 50% por el Ente Vasco de la Energía y Repsol, ha puesto en marcha un total de 164 puntos de recarga en Euskadi, tanto en empresas y domicilios, como en parkings de uso público. Así, 62 puntos de carga son de uso público, de los cuales 12 están ubicados en el Territorio Histórico de Álaba, 30 en Vizcaya y 20 en Gipúzcoa. Otros 102 puntos de recarga son para uso específico de clientes de IBIL, repartidos de la siguiente manera: 49 en Vizcaya, 27 en Gipúzcoa y 26 en Álaba.
La ampliación de la red de carga tiene como objetivo facilitar el uso del vehículo eléctrico para todo tipo de operaciones de transporte, tanto traslados particulares como de uso comercial y profesional. Además, el despliegue de la red se mejoró con la instalación del primer punto de recarga rápida que reduce considerablemente los tiempos de carga de las baterías, de tal modo que puede cargar hasta el 80% de la batería de un vehículo eléctrico en tan solo 30 minutos.
Esto permite ampliar las distancias recorridas con un vehículo eléctrico así como los usos que se pueden dar a dichos traslados. Además, se facilitan las comunicaciones entre las capitales vascas mediante vehículos eléctricos. A día de hoy suman 240 los vehículos eléctricos que circulan por las carreteras vascas y que se benefician del despliegue de la red de recarga.
En este sentido, y con el objetivo de facilitar la introducción de estos vehículos en el mercado y minimizar el mayor coste de esta tecnología respecto a los vehículos convencionales, el Ente Vasco de la Energía contribuye con su programa de ayudas a la adquisición de coches eléctricos. Más concretamente se apoyaba con hasta 5.000 euros la adquisición de coches eléctrico, con hasta 750 euros las motos eléctricas y 400 euros los ciclomotores.
Los objetivos fijados en la Estrategia Energética al año 2020 del Gobierno Vasco para el desarrollo de la movilidad eléctrica en Euskadi establecen como meta la puesta en circulación de 41.000 vehículos eléctricos en nuestras carreteras, y que se disponga de una red de recarga que ronde los 7.000 / 13.000 puntos. Con ello se espera mejorar la eficiencia energética del sector transporte, altamente dependiente de los derivados del petróleo y, al mismo tiempo, crear nuevas oportunidades para las empresas de automoción, equipamiento eléctrico y electrónica, sectores que en Euskadi cuentan con industrias de primer orden.