Íñigo de la Serna, alcalde de Santander y Presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, ha respondido a las preguntas de ESMARTCITY en su calidad de regidor de una de las ciudades que forman parte de la Red Española de Ciudades Inteligentes.
ESMARTCITY: En numerosas conferencias, charlas o intervenciones, le hemos escuchado hablar de “la ciudad como motor de cambio”, ¿a qué se refiere con este concepto?
Íñigo de la Serna: Me refiero a que, en buena medida, las ciudades son responsables del cambio en su modelo de crecimiento y ahora tenemos la oportunidad de establecer ese cambio. En nuestro caso, en Santander, vemos en la innovación una vía cada vez más sólida no sólo de mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, sino como un irrenunciable camino para abrir nuevas oportunidades de negocio y de cambio de modelo productivo.
Vivimos tiempos convulsos en los que es necesario generar nuevas oportunidades de crecimiento que nos diferencien del resto y que nos hagan atractivos a las miradas externas. La competición entre las ciudades para atraer inversores y visitantes es cada vez mayor y el poder de atracción está directamente relacionado con las condiciones y las posibilidades de crecimiento que seamos capaces de ofrecer. Por eso pensamos que la innovación y el conocimiento, son algunas de las claves sobre las que basar el progreso de la ciudad en los próximos años. El motor del cambio para hacer más fácil la vida de los ciudadanos, lograr una sociedad más cohesionada y solidaria, generar y retener el talento de nuestros jóvenes, creando así un nuevo tejido económico de alto valor añadido.
ESMARTCITY: ¿Podemos definir ya qué es una Ciudad Inteligente?
Íñigo de la Serna: Creo que aún es pronto para definirlo. Hay quien dice que una ciudad inteligente es aquella que sabe aprovechar las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías para hacer la vida de los ciudadanos mucho más fácil y para hacer una administración más sostenible, cercana y accesible a todos. Desde pagar un autobús, chequear el tráfico en un punto determinado, realizar cualquier un trámite administrativo o comprar una entrada para un espectáculo.
Otros señalan que una ciudad inteligente es aquella que consigue hacer más eficiente y sostenible la gestión de los servicios municipales como el alumbrado eléctrico, la gestión de los residuos o el suministro de agua y regadío tal y como estamos haciendo en Santander. En cualquier caso hoy en día parece más adecuado hablar de gestión inteligente de las ciudades que de ciudades inteligentes.
ESMARTCITY: ¿Cuál es el modelo que se está desarrollando en Santander? (Proyectos presentes y planes futuros)
Íñigo de la Serna: Nuestro modelo parte de una gran plataforma que va a permitir interrelacionar todos los servicios de la ciudad de manera que haya una mayor coordinación entre ellos y que se establezcan patrones de comportamiento que permitan tomar decisiones encaminadas a una gestión más eficiente del propio servicio y, en consecuencia, de la ciudad. Se trata de crear un gran ‘cerebro’ denominado Cloud City Center, que organice e interrelacione todo lo que ocurre en la ciudad.
Es decir, que podríamos, por ejemplo, coordinar los trabajos que se realicen en parques y jardines con la recogida de basuras; o que el servicio de vialidad conozca que se van a realizar unas obras de renovación de la red de saneamiento; o que la semaforización cambie cuando se producen cortes de calles por obras o inundaciones, por poner algunos ejemplos.
Ese ‘cerebro’ recibe toda la información desde un servidor creado a partir de sensores y sistemas de comunicación que ya se está desplegando por la ciudad y que estamos llevando a cabo gracias a grandes proyectos europeos; SmartSantander, OutSmart Y Burba. SmartSantander nos va a permitir avanzar en aspectos como la ordenación del tráfico, con la posibilidad de conocer si hay plazas de aparcamiento libres en superficie y evitar así que los vehículos tengan que estar dando vueltas continuamente para encontrar una; o regular los semáforos en función de la cantidad de tráfico detectado o si hay necesidad de dar paso prioritario, por ejemplo, a servicios de emergencias como bomberos o ambulancias.
También nos da la oportunidad de medir determinados parámetros ambientales y de realizar una gestión “inteligente” del riego de parques y jardines, detectando el grado de humedad de la tierra y estableciendo automáticamente la frecuencia e intensidad del riego A través del proyecto Out Smart, Santander va a ahondar en la eficiencia energética del alumbrado público y con el programa Burba en la gestión “inteligente” de la recogida de residuos.
ESMARTCITY: ¿Existe, actualmente, alguna ciudad paradigma a la que seguir?
Íñigo de la Serna: Paradigma o no, lo cierto es que cada vez más ciudades ven en la innovación el camino que marca el futuro y el presente de gestión empresarial y administrativa. Existe una conciencia positiva y extendida hacia la progresiva implantación de sistemas de última generación que agilicen trámites y hagan más eficientes los servicios prestados. Destacar una es complicado, aunque eso es lo que pretende la Red Española de Ciudades Inteligentes, RECI, que preside Santander. Su objetivo es que las, por ahora, 24 ciudades que conforman esta plataforma trabajen como una sola ciudad en el ámbito de la innovación.
Nos hemos comprometido a coordinar y compartir todas las acciones que de forma independiente vamos desarrollando nuestras ciudades con el fin de no duplicar esfuerzos ni inversiones. Una colaboración que se extiende también a la búsqueda de colaboraciones privadas, al impulso, la promoción y el desarrollo de nuevos avances tecnológicos orientados a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y a ofrecer servicios públicos inteligentes más eficientes desde un punto de vista municipal.
La Red está formada por Alicante, Burgos, Cáceres, Castellón, Córdoba, Guadalajara, Huesca, La Coruña, Logroño, Lugo, Madrid, Málaga, Murcia, Palencia, Pamplona, Rivas, Vaciamadrid, Sabadell, Salamanca, Santander, Segovia, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza y está abierta a la incorporación de todas aquellas ciudades que lo deseen.
ESMARTCITY: A su juicio, ¿existe alguna relación entre recuperación económica y realizar una gestión inteligente de las ciudades?
Íñigo de la Serna: Las medidas que estamos planteando están enfocadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, pero en muchos casos llevan aparejado ahorro económico para las administraciones, que ahora más que nunca se hace imprescindible. Pero además, ese cambio de modelo al que me refería con anterioridad, esa apuesta por la innovación, trae aparejada nuevos modelos de negocio, generación de riqueza y por tanto de empleo en nuestras ciudades. En Santander, por ejemplo, dos grandes empresas como Ferrovial y Telefónica ya han hecho su apuesta con la próxima instalación en nuestro municipio de sus respectivos centros de innovación tecnológica.
ESMARTCITY: ¿Se puede considerar la creación de una Ciudad Inteligente como una acción de marketing?
Íñigo de la Serna: El objetivo es infinitamente más ambicioso e importante que el de ser una acción de marketing pero sí que es cierto que este modelo nos hace singulares, nos distingue y nos permite tener voz en los principales foros internacionales donde se habla de ciudades e innovación. Ligar nuestro nombre al de innovación, iniciar nuestro camino hacia la conversión en ciudad inteligente es una sólida y necesaria apuesta de futuro que va más allá del simple adjetivo ‘smart’.
ESMARTCITY: ¿Qué requisitos debe reunir un municipio para entrar en el proceso que le lleve a convertirse en Ciudad Inteligente?
Íñigo de la Serna: En primer lugar hay que creer firmemente en ese proceso, involucrar a la ciudadanía y conseguir apoyos. En Santander contamos con uno principal, la Universidad de Cantabria. Un vivero de ideas y de grandes investigadores que son los verdaderos artífices de todo lo que está pasando en nuestras calles.
Y está pasando porque, como decía, creemos en ello. Acabamos de aprobar el Plan Estratégico de nuestra ciudad. Un documento que ha involucrado a toda la sociedad santanderina para crear la hoja de ruta, el modelo a seguir hasta el año 2020. Ese documento establece en la Innovación y en la Cultura los pilares básicos sobre los que Santander debe construir su futuro.
Por último, otro de los requisitos que debe reunir un municipio para convertirse en Smartcity está en la búsqueda de financiación y colaboraciones público-privadas que consigan beneficiar a ambas partes.
ESMARTCITY: En cuanto a los principales actores de la sociedad, ¿qué relación debe haber entre las Administraciones y el sector privado?
Íñigo de la Serna: Una relación absoluta. Como decía en la cuestión anterior es uno de los pilares fundamentales a la hora de desarrollar cualquier acción en este campo. Todas las personas, todas las instituciones públicas, sociales y privadas han de articularse en modelos de cooperación y de mutua confianza para lograr el objetivo final. Cooperación entre el sector público y el privado, colaboración social sin exclusiones y desarrollo del trabajo en red, tanto dentro de la ciudad como con otras ciudades españolas y europeas, con las que compartimos problemas e inquietudes por hacer entre todos un espacio innovador que fomente el talento, las oportunidades y la calidad de vida en el entorno urbano.
ESMARTCITY: ¿Cuál es el papel que debe desempeñar la educación en este nuevo contexto?
Íñigo de la Serna: Nuestro empeño como Ayuntamiento es hacer de la Administración municipal un ámbito ejemplar de cercanía a los ciudadanos, de transparencia y de participación activa. Una regla básica aplicable a todos los ámbitos de trabajo, también en la innovación. Estamos dando pasos para implicar a toda la ciudadanía en la conversión de la ciudad hacia la Smartcity y la plena utilización de todos los servicios que podemos ofrecer y aprovechar gracias a ella. El potencial de las redes sociales es fundamental para implicar a las generaciones más jóvenes en la gestión, pero debe implicarse también a las personas mayores mediante programas dirigidos específicamente a ellos a fin de que desaparezca cualquier atisbo de brecha digital.
ESMARTCITY: ¿Y los ciudadanos?
Íñigo de la Serna: Los ciudadanos son destinatarios y actores principales de todo esto. Además de beneficiar y hacer más fácil su día a día, la nueva ciudad debe cimentarse sobre la mejora de la participación social en la gestión pública. En este campo también estamos trabajando gracias a la puesta en marcha del Sensado Participativo. Como decía, en Santander se están desplegando miles de sensores que miden decenas de parámetros, pero también queremos que sean los propios ciudadanos los que actúen como sensores y aporten información útil para todos. Tan fácil como hacer una fotografía a un semáforo que no funciona y subirlo a la plataforma. Una incidencia registrada por un ciudadano que gracias al ‘cerebro’ del que hablaba antes llega directamente al servicio encargado de repararlo.