La Comisión Europea ha dado a conocer este lunes, día 3, planes para hacer frente al crecimiento exponencial del tráfico de datos móviles e inalámbricos, permitiendo el uso compartido del espectro radioeléctrico por las tecnologías inalámbricas, incluidas las de banda ancha.
Gracias a las nuevas tecnologías es posible compartir el espectro radioeléctrico entre varios usuarios, tales como los proveedores de servicios de Internet, o utilizar con otros fines el espectro disponible en las frecuencias no usadas de televisión, por ejemplo. La regulación nacional del espectro no suele reflejar las nuevas posibilidades técnicas, con lo que se expone a los usuarios de telefonía móvil y banda ancha al riesgo de un mal servicio, según aumenta la demanda, y se impide la creación de un mercado único para la inversión en tales mercados de telecomunicaciones.
Un planteamiento coordinado europeo para compartir el espectro dará lugar a una mayor capacidad de la red móvil, a una banda ancha inalámbrica más barata y a nuevos mercados, como el de los derechos secundarios negociables para la atribución de un espectro determinado.
Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de la Agenda Digital, ha declarado que, el espectro radioeléctrico es oxígeno económico y lo usa cada persona y empresa. Si nos quedamos sin espectro, no funcionarán ni las redes móviles ni la banda ancha. Para kroes, "se trata de una situación inaceptable, por lo que debemos aprovechar al máximo este recurso escaso mediante su reutilización y la creación del correspondiente mercado único de espectro para recuperar el liderazgo industrial en telefonía y datos móviles a fin de atraer más inversiones en I + D".
Como primera medida del nuevo Programa de Política del Espectro Radioeléctrico (IP/12/141) de la UE, la Comisión pide:
- A las autoridades de reglamentación, que apoyen la innovación inalámbrica mediante el seguimiento y la posible ampliación de las bandas armonizadas del mercado interior, para las que no hace falta licencia (las llamadas bandas exentas de licencia) adoptando las medidas apropiadas de conformidad con la Decisión del espectro radioeléctrico (676/2002/CE).
- Que se fomenten planteamientos normativos coherentes en toda la UE en lo que se refiere a unos derechos de uso que ofrezcan incentivos y seguridad jurídica a todos los usuarios (actuales y nuevos) que puedan compartir los valiosos recursos del espectro.
El espectro radioeléctrico es un recurso muy valioso y cada vez más escaso. Una amplia gama de aplicaciones de diversos sectores lo utiliza con frecuencia cada vez mayor y se trata de una condición previa para la banda ancha inalámbrica. El aumento exponencial de la demanda, impulsada, por ejemplo, por los dispositivos de informática móvil y los puntos de acceso wifi, sin olvidar las redes eléctricas inteligentes y la automatización industrial, supone que Europa debe utilizar este recurso limitado de forma más eficaz que en el pasado.
Fuentes del sector predicen que el tráfico mundial móvil de datos aumentará un 26 % anual de aquí a 2015. Para entonces, se podrán conectar a Internet más de 7 mil millones de teléfonos, tabletas y otros dispositivos móviles. Otras innovaciones inalámbricas que usan el espectro son los sensores y los mandos a distancia inalámbricos que hacen funcionar sistemas inteligentes.
Sin embargo, la demanda creciente de conectividad inalámbrica choca con los límites de las radiofrecuencias disponibles para satisfacerla. Por ejemplo, no queda ningún espectro vacío y el coste de reasignar espectro para nuevos usos es elevado, especialmente si tienen que desconectarse los usuarios actuales.
El acceso compartido al espectro libera recursos suplementarios sin menoscabar los derechos del titular preexistente de la licencia de usar las frecuencias. Así, muchas nuevas tecnologías inalámbricas están pensadas para compartir bandas para las que no hace falta licencia. Otras permiten utilizar recursos del espectro adicionales ofreciendo, por ejemplo, servicios de banda ancha inalámbrica en frecuencias no usadas por la televisión (los llamados «espacios en blanco»).
Para maximizar los beneficios de estos planteamientos de cara a compartir el espectro, han de eliminarse las barreras normativas y se deben proporcionar incentivos a escala de la UE. En especial, se han de contemplar nuevos enfoques en materia de normativa para conceder a los distintos usuarios, incluidos los titulares actuales, derechos garantizados a utilizar una banda de frecuencias determinada de forma compartida con unos niveles garantizados de protección contra las interferencias.
La aplicación en curso del inventario del espectro de conformidad con el PPER proporcionará información pertinente sobre el uso de las bandas de frecuencias y, por lo tanto, hará más fácil determinar cuáles son las oportunidades de reparto beneficioso en el mercado único, tanto en el espectro sujeto a licencia como en el exento. Una vez creadas, esas oportunidades beneficiosas de compartir también podrán registrarse en el inventario como valores de referencia para otras zonas geográficas o para usos similares en otras bandas de frecuencias.