VMware ha anunciado que el Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia (CABB) ha abordado la elaboración de un plan de contingencias para los servicios de tecnologías de la información. Con este plan se pretendía establecer una estrategia planificada con los procedimientos y recursos necesarios para permitir reanudar, en un corto espacio de tiempo y minimizando costes, los servicios informáticos del Consorcio ante cualquier incidencia que afectara a su infraestructura informática.
Fundado el 17 de marzo de 1967, el Consorcio de Aguas es la entidad responsable de la gestión en red primaria, tanto del abastecimiento de agua potable como del saneamiento de las aguas residuales de, aproximadamente, un millón de habitantes de Bizkaia. Está integrado por 71 municipios, además de por la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco, sin perjuicio de mantener convenios de colaboración con distintas entidades locales.
Para cumplir con el plan de contingencias para los servicios de tecnologías de la información, se estableció un plan de acción que albergara el desarrollo y la implantación de los proyectos necesarios para asegurar el retorno ordenado a la situación anterior en caso de que cualquier proceso crítico sufriera una indisponibilidad. Entre los procesos críticos destacan los sistemas gestionados por los departamentos del CABB en los que se considera fundamental una arquitectura con alto nivel de disponibilidad.
El Consorcio de Aguas cuenta con cuatro ubicaciones físicas principales: dos en el centro de Bilbao, una Estación de Tratamiento de Aguas Potable (ETAP) en Arrigorriaga y una planta Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) en Sestao. Todas ellas integradas en el plan de contingencias, conectadas entre sí, con infraestructuras consolidadas de almacenamiento, virtualización y alta disponibilidad. Las oficinas centrales cuentan con 46 máquinas virtuales en cuatro nodos físicos y ocho servidores virtualizados en dos nodos físicos en cada una de las plantas depuradoras.
“Las Administraciones Públicas son uno de los sectores que más provecho pueden sacar de las soluciones cloud”, según Alejandro Solana, director técnico de VMware iberia. “Gracias a ellas, pueden ahorrar costes, tiempo de mantenimiento, ser más eficientes y agilizar los procesos para mejorar el servicio ofrecido a los ciudadanos”.
Para abordar este proyecto, el Consorcio de Aguas contó con los servicios de Omega Peripherals en calidad de consultor técnico y como integrador. Se valoraron las soluciones de varios fabricantes quedando la de VMware como tecnología que más se ajustaba a las necesidades del Consorcio y que ofrecía una infraestructura robusta, segura y fiable que además aporta importantes ahorros de costes. Según los responsables de tecnología del Consorcio de Aguas, en esos momentos se valoró además del virtualizador en sí mismo, otros elementos que lo rodeaban. El entorno VMware incluye una serie de funcionalidades y herramientas, propias y de terceros, que lo posicionaba muy favorablemente con respecto a las soluciones de otros fabricantes.
“Nos decantamos por la virtualización por las ventajas que nos ofrecía: concentración, mejor rendimiento de la plataforma, reducción de costes, control de la proliferación de máquinas, facilitación de los diseños de contingencia y un aprovisionamiento de servicios mucho más ágil”, afirma José Luis Unzueta, director IT del Consorcio de Aguas de Bilbao. “Han sido tantas las ventajas y los beneficios obtenidos con este proyecto, que en el futuro del Consorcio de Aguas de Bilbao seguiremos apostando por la virtualización con VMware”.
La fase de implantación se completó según lo planificado. Gracias a la nueva infraestructura, el Consorcio de Aguas ha conseguido centralizar y consolidar, bajo una única infraestructura, 60 servidores y los servicios oportunos además de garantizar su disponibilidad sea cual sea su naturaleza. Con VMware View y ThinApp se han virtualizado los escritorios para poder ofrecer acceso remoto desde PCs o clientes como tablets. También se ha modernizado la infraestructura de servidores corporativos existentes, dotándolos de mayor capacidad de proceso y optimizando los costes de mantenimiento y los recursos corporativos tales como la gestión, el hardware, las tomas de red o las tomas de fibra. Consiguiendo así importantes ahorros de espacio en el centro de datos y reduciendo considerablemente el consumo de energía eléctrica para el funcionamiento de los servidores y su refrigeración.