Acaba de iniciarse un proyecto financiado con fondos europeos que tratará de crear sistemas de gestión del tráfico más respetuosos con el medio ambiente de las ciudades europeas. El proyecto, de tres años de duración y titulado THE ISSUE («Tráfico-salud-medio ambiente. Soluciones inteligentes para lograr economías urbanas sostenibles») reunirá a agrupaciones científicas de cinco regiones europeas: Midlands Orientales (Reino Unido), Molise (Italia), Mediodía-Pirineos y Aquitania (Francia) y Mazovia (Polonia).
Los socios del proyecto cuentan con 2,7 millones de euros en virtud del tema «Regiones del conocimiento» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea para que científicos, ingenieros y agencias de desarrollo de dichas regiones colaboren y desarrollen métodos más efectivos de reducir la congestión vial y mejorar el entorno urbano.
Los sistemas de gestión del tráfico emplean tecnologías de la información y la comunicación (TIC), aplicadas a la infraestructura del transporte y a los vehículos con el fin de mejorar la situación de las carreteras en cuanto a seguridad, fiabilidad e incluso productividad. En estos sistemas se tiene en cuenta cada vez más los factores medioambientales.
Su objetivo es lograr que las políticas que se formulen en el futuro aprovechen al máximo los sistemas de gestión del tráfico ideados para mejorar la salud pública y la seguridad. Entre los ámbitos más problemáticos de la gestión del tráfico están el impacto que ejerce el transporte en la movilidad urbana, la influencia del sistema de transporte en la ecología del entorno y la seguridad, la salud y la protección de los ciudadanos.
En el proyecto THE ISSUE se emplearán distintas tecnologías y herramientas científicas para paliar dichos problemas. Un ejemplo es la integración de soluciones informáticas de inteligencia y datos de navegación por satélite en tiempo real en sistemas de gestión del tráfico urbano ya en uso. Otros dos métodos prácticos son las mediciones espaciales y sobre el terreno, que contribuyen a mitigar el riesgo para la salud al que están expuestos los ciudadanos debido a la contaminación atmosférica generada por el tráfico, y los ensayos preoperativos en tiempo real de un vehículo alimentado con pilas de combustible basadas en el hidrógeno en un entorno urbano.
La dirección del proyecto corre a cargo de científicos de la Universidad de Leicester y el Ayuntamiento de Leicester (Reino Unido).
Rory Palmer, concejal del Ayuntamiento de Leicester, declaró sobre el proyecto lo siguiente: «Convertir a Leicester en una ciudad baja en emisiones de carbono es una de nuestras prioridades y este tipo de investigación será esencial para dar con soluciones que alivien la congestión vial y mejoren la calidad del aire. Es un orgullo que nuestro ayuntamiento ayude a hacer realidad este propósito.»
El profesor Alan Wells, del Centro de Investigación Espacial de la Universidad de Leicester y coordinador del proyecto, indicó: «Con la financiación europea obtenida podemos coordinar distintas actividades científicas en torno al tráfico y el medio ambiente coincidentes con el trabajo de nuestros socios de toda Europa. Es una forma completamente nueva de reunir este tipo de resultados.»
El tema «Regiones del conocimiento» del 7PM tiene como objetivos principales el intercambio de conocimientos y la cooperación entre regiones europeas con el fin de estimular el crecimiento económico y crear empleo. El equipo del proyecto THE ISSUE confía en crear asociaciones dinámicas entre distintas agrupaciones regionales de investigación que reúnan y coordinen programas de investigación y desarrollo tecnológico (IDT) nuevos y en marcha dedicados al tráfico, la salud y el medio ambiente.
Se basa en la idea de que si se celebran consultas en este sentido, las autoridades locales y regionales participantes estarán en posición de identificar prioridades económicas específicas de ciertas regiones y, de este modo, podrán garantizar que las preferencias científicas están en consonancia con las políticas viales, sanitarias y medioambientales.
«Los equipos científicos dedicados al proyecto colaborarán estrechamente con los organismos responsables de gestionar el tráfico, el transporte y la calidad del aire en las regiones británicas y europeas participantes con el fin de estudiar los beneficios que puede aportarles esta investigación», explicó el profesor Alan Wells. «Nuestro objetivo es aprovechar los puntos positivos que se generan cuando colaboran los entornos industrial y académico. Hemos de tener en cuenta todos los puntos de la conexión entre la investigación, la política y la manera en la que los resultados obtenidos pueden mejorar la calidad de vida de la población.»