Los bomberos han empezado un curso en el que estudiarán las peculiaridades en el rescate de personas accidentadas en vehículos híbridos, que combinan el uso de gasolina con electricidad como combustible. La iniciativa es pionera en España y con ello los profesionales del Cuerpo de Bomberos regional pretenden anticiparse a la previsible expansión que este tipo de vehículos tendrá en los próximos años.
El curso es teórico y se imparte en el Parque de Las Rozas. Participan obligatoriamente todos los bomberos de la Comunidad. El objetivo es que los bomberos operativos obtengan una mejor preparación que les permita rescatar a los pasajeros de los coches siniestrados en el menor tiempo posible y con la máxima seguridad.
Cada jornada lectiva tiene una duración de seis horas. Los bomberos se adiestran en el manejo de nuevas herramientas diseñadas para los accidentes de tráfico, que permiten trabajar utilizando una mayor presión sobre los elementos estructurales de los vehículos accidentados, lo que redundará en una mayor rapidez en la intervención, en momentos en los que el tiempo en la de toma decisiones y en el rescate es fundamental.
Los cursos de reciclaje sobre técnica de rescate y socorro en accidentes de circulación son obligatorios para toda la plantilla y se llevan a cabo periódicamente cada dos años. Con ellos se pretende que tanto las técnicas como las herramientas utilizadas en las operaciones de auxilio y rescate en accidentes de circulación se adecuen a las innovaciones tecnológicas y de seguridad que, de manera continuada, incorporan los coches.
En esta edición, además de incluir por vez primera información sobre los nuevos vehículos híbridos, se está formando a los bomberos en una novedosa técnica de rescate que, apoyado en nuevas herramientas especialmente diseñadas para esta labor, pretende abrir los vehículos accidentados con el menor número de cortes posibles en su chapa.
Con ello se gana en tiempo para acceder a la persona accidentada que ha quedado atrapada dentro de un vehículo. Además, esta nueva técnica permite hacer aberturas más anchas en la carrocería de los vehículos con lo que se favorece la extracción de los heridos.