El sistema es una réplica del Vélib, es decir, alquilar una bibicleta durante un tiempo determinado y conducir por todo Paris sin compromiso. Más allá de ser una forma de reducir el tráfico concentrado y agresivo de la ciudad de París, el Autolib permitirá alquilar un coche eléctrico durante media hora, un día, siete días o un mes desde 7 hasta 15 euros.
El servicio urbano de alquiler de coches eléctricos que permite desplazarse por París y su región se lanza hoy en pruebas para proponer a los usuarios una alternativa al uso de su vehículo particular. El 'Autolib' nace en la estela del éxito del 'Velib', el sistema de alquiler de bicicletas que desde su nacimiento en 2007 en París se ha impuesto en el paisaje urbano de la ciudad como una alternativa de transporte que cuenta con más de 150.000 abonados.
Las dos redes comparten el mismo concepto, el de acceder de forma libre a un vehículo, coche o bicicleta, en diferentes estaciones repartidas por toda la ciudad y poder dejarlo en otra estación diferente. De esta forma, se pretende otorgar a los usuarios la mayor flexibilidad posible, con el objeto de que adopten este medio de circulación urbana en detrimento de su vehículo particular.
El objetivo para los ayuntamientos es, a medio plazo, retirar de la circulación 22.500 vehículos térmicos, con el consiguiente alivio del tráfico y ahorro medioambiental. A partir de hoy, 'Autolib' estará en pruebas durante dos meses, con una primera remesa de 66 vehículos eléctricos biplaza repartidos en 33 estaciones.
No es más que el inicio de un proyecto que a partir de diciembre, cuando se lance de forma definitiva, contará ya con 75 estaciones y 250 coches y en 2014 con un millar de estaciones repartidas por toda la región parisiense por la que circularán 3.500 vehículos.
El principio es sencillo. La empresa concesionaria ofrece diferentes abonos, de 144 euros el anual, 15 euros el semanal y diez euros el diario. La primera media hora de utilización cuesta entre cinco y siete euros, según el abono elegido, la segunda entre cuatro y seis y el resto entre seis y ocho. Por ese dinero, los abonados podrán acceder a un vehículo eléctrico especialmente concebido para Bolloré, la empresa concesionaria que lidera el proyecto y que también es responsable de la red 'Velib'.
Con diseño italiano, color gris metalizado y depuradas líneas aerodinámicas, el coche, bautizado como 'Bluecar', tiene 3,65 metros de largo, alcanza hasta los 130 kilómetros por hora y tiene una autonomía de 250 kilómetros. Silencioso y con un interior muy austero, el 'Bluecar' está equipado con un sistema de navegación GPS y tiene una caja de cambios automática, todo ello con el objetivo de facilitar la conducción.
Mientras los coches eléctricos estén en la estación de reposo estarán anclados a un enchufe para su recarga. Bolloré ha invertido en este proyecto 200 millones de euros, a los que se suman los 35 millones aportados por los diferentes Ayuntamientos a razón de 50.000 euros por cada estación construida.
La empresa precisa que el servicio no será rentable antes de siete años y para ello es necesario que en ese tiempo hayan convencido al menos a 80.000 abonados que utilicen un coche al menos dos veces por semana durante una hora. Una apuesta arriesgada que la sociedad familiar bretona está dispuesta a correr porque 'Autolib' le servirá de escaparate mundial para promocionar su 'Bluecar', un vehículo dotado con unas baterías de uso exclusivo para esta flota.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.