Tras los meses de vacaciones las ciudades han vuelto a la normalidad, con atascos y gran densidad automovilística en las entradas y salidas de las grandes urbes y en las zonas centrales y comerciales de las mismas. Esto ha llevado a un aumento de los índices de contaminación, incluso en algunas zonas del territorio nacional, agravado por la falta de lluvias.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente se han realizado varias propuestas para rebajar los índices de contaminación de las grandes ciudades en España. Muchas de estas medidas inciden en el excesivo nivel de tráfico y el alto número de vehículos que circulan por las calles de nuestras ciudades. Muchas veces los trayectos que realizamos en coche son imprescindibles pero, aplicando unas pautas mínimas y sencillas en nuestra conducción podemos hacer que nuestro vehículo contamine menos, unas recomendaciones que inciden en una conducción eficiente y a su vez ecológica.
ALD Automotive ha elaborado una serie de consejos útiles para mejorar el comportamiento eficiente de nuestra conducción que, en caso de aplicarse, lograrían reducir hasta un 15% las emisiones contaminantes de nuestro coche. Y con ello una reducción de la contaminación del aire de nuestra ciudad.
Estas son ocho pautas, que desde ALD Automotive, debemos tener en cuenta para mejorar considerablemente los índices de contaminación de nuestro entorno:
- Conducir con marchas largas y con ello mantener el motor a bajas revoluciones. Si nuestro vehículo utiliza gasolina debemos circular en el entorno de las 2.000 rpm, mientras que los vehículos diesel deben hacerlo en la horquilla de entre los 1.500 y los 2.000 rpm sin sobrepasarlas. La reducción de contaminantes si seguimos esta máxima será de alrededor del 15%. Y un dato curioso, un vehículo que rueda a 4.000 rpm contamina acústicamente lo mismo que 30 que lo hacen a 2.000 revoluciones.
- Evitar los acelerones y los frenazos bruscos. Lo ideal es mantener una velocidad constante. Cuando se circula a 100 km./h. y aceleramos hasta los 120 km./h. contaminamos un 44% más, puesto que a partir de los 100 km./h. el consumo de un coche no aumenta proporcionalmente con respecto a la velocidad.
- Mantener en buen estado los neumáticos, sobre todo la presión. Se estima que en torno al 20% del consumo de carburante se destina a superar la resistencia a la rodadura, por ello, contaminaremos más si no utilizamos las gomas adecuadas, si no están en buen estado o si no llevan la presión recomendada por el fabricante. Por otro lado, una presión correcta reduce esfuerzo, consumimos menos gasolina y emitimos menos CO2 a la atmósfera. Una presión inferior de sólo 0,3 bares sobre la recomendada en nuestros neumáticos incrementa un 3% la contaminación de nuestro coche.
- Circular con las ventanillas subidas cuando vamos a más de 100 km./h., de esta forma reducimos la resistencia y consumiremos un 5% menos de gasolina lo que conlleva un descenso de las emisiones de CO2 que produce nuestro vehículo.
- Hacer un uso racional del aire acondicionado. Lo ideal es que el habitáculo de nuestro coche esté entre los 20 y 23 grados centígrados. Poner temperaturas inferiores o superiores provocan que el vehículo emita hasta un 15% más de partículas contaminantes.
- Evitar cargar en exceso el vehículo. Por cada 100 kilos de peso que introducimos en nuestro coche, la contaminación de nuestro vehículo aumenta un 5%. Se recomienda además realizar una distribución coherente y lógica de los bultos y de la carga que se lleve.
- Limitar el uso de los aparatos electrónicos del coche, sobre todo aquellos que lleven enchufe pues también consumen energía y carburante.
- Quitar los elementos exteriores imprescindibles que rompan la aerodinámica de nuestro coche como es la baca o los cofres portaobjetos. Estos objetos hacen que nuestro coche contamine un 4% más.
A todas estas recomendaciones se añade una última que es la de realizar las puestas a punto anuales estipuladas por cada marca, principalmente al año o cada 20.000 km. En estas revisiones nos cambiarán los filtros del aire y de gasolina, además del aceite y otros líquidos. Sustituir un filtro o unas bujías sucias pueden hacer que nuestro coche contamine hasta un 10% menos, además, aumentamos nuestra seguridad y la vida útil de nuestro vehículo.
En conclusión, una conducción ecológica y eficiente en nuestra ciudad nos hará reducir las emisiones contaminantes de nuestro vehículo, realizaremos los trayectos en coche más relajados y aumentaremos nuestra seguridad y la de nuestros acompañantes.