esmartcity: Bluemove es una compañía española de carsharing especializada en empresas y sus trabajadores aunque también trabajáis dando servicio a usuarios finales, ¿Por qué carsharing en la ciudad? ¿Qué ventajas nos ofrece el carsharing respecto a otras formas de movilidad sostenible?
Gabriel Herrero-Beaumont: A diferencia de otros servicios de traslado y movilidad el carsharing es el único que ofrece la libertad de un coche propio. El usuario puede escoger entre nuestros coches economy o comfort y utilizarlos como prefiera: en el horario que necesite, en la ruta que le sea más cómoda y de la forma que considere sin tener que preocuparse por el esfuerzo y el coste de mantener un coche propio.
Pensemos en una persona que vive en el centro de Madrid y no quiere pagar por el alquiler de una plaza de aparcamiento, el seguro del coche, combustible y reparaciones mecánicas; o en una familia que dispone de un solo vehículo para cuatro o cinco personas y ocasionalmente necesitan otra forma de transporte, o alguien que solo utiliza el coche para cosas puntuales como una mudanza o un fin de semana en el campo. Todos son clientes potenciales del carsharing.
Por otro lado están las empresas que invierten grandes cantidades de dinero en transporte para sus empleados o tienen que tener coches propios a su disposición lo que significa un gasto constante en mantenimiento y la eventual depreciación del coche. El servicio de carsharing satisface las necesidades de estas compañías, les ahorra el coste de manutención del coche y lo vuelve un gasto variable que solo se hace cuando realmente se necesita el traslado y, además, es mucho más amigable con el medio ambiente porque es un reemplazo al uso diario del vehículo propio.
Por eso el carsharing ha tenido tanto éxito en tantos países. En Estados Unidos, Alemania o Australia ya hay muchas personas que renunciaron al coche particular, se desplazan en transporte público o bicicleta y, cuando se hace necesario el uso del coche, tienen la opción del carsharing. Así que los beneficios son muchos para los particulares, las empresas, la comunidad y el medio ambiente.
esmartcity: Y, ¿Cómo se puede acceder a vuestro servicio de carsharing y cómo funciona en lo referente al pago?, ¿Existen diferencias entre el cliente corporativo y el particular?
Jorge González Iglesias: Toda nuestra plataforma está pensada para hacerle más cómoda la experiencia a nuestros clientes. El que quiera darse de alta no tiene más que entrar en nuestro sitio web, llenar un formulario sencillo y adjuntar sus documentos de identificación. A partir de ahí puede reservar nuestros coches para utilizarlos cuando prefiera, la reserva también la puede hacer por internet o a través de un smartphone. El cobro se hace por domiciliación a la cuenta bancaria de acuerdo a la tarifa que el mismo cliente elige entre varios planes que ofrecemos. La idea es que el cliente disfrute del coche como si fuera suyo, que pueda cogerlo de inmediato después de realizar su reserva, porque ese es el valor añadido del carsharing, es la libertad de un coche propio sin el esfuerzo ni los costes de mantenerlo.
A las empresas que estén interesadas en contratar un servicio de carsharing les recomendamos que se pongan en contacto directo con nosotros, Bluemove puede diseñar un plan a su medida para cubrir necesidades específicas de transporte y analizar en detalle el ahorro que supondría el servicio para la compañía de acuerdo a sus características específicas. En nuestra página web hay mucha más información sobre cómo contactarnos y las facilidades que podemos ofrecer.
esmartcity: ¿En qué parques empresariales de Madrid trabajáis y cuáles son las particularidades de vuestro servicio de carsharing en estos ámbitos?
Alejandro de León: Actualmente estamos en tres parques empresariales: el parque empresarial San Fernando y el Centro Municipal de Empresas, ambos en San Fernando de Henares, y también en La Finca, que está en Pozuelo de Alarcón.
La idea es que en estos parques están reunidas varias empresas y cada una hace un gasto fijo en movilidad para sus empleados e, incluso, invierten en vehículos propios de la empresa que pasan la mayor parte del tiempo aparcados y depreciándose. Es por eso que el carsharing es la solución ideal para los parques empresariales, porque sólo con darse de alta la empresa ya dispone de los coches para reservarlos cuando quiera sin preocuparse por el papeleo y pérdidas de tiempo innecesarias.
esmartcity: ¿Cuáles son las mayores dificultades que os habéis encontrado a la hora de introducir el concepto carsharing y de vender vuestros servicios?
Jorge González Iglesias: En España sigue siendo un concepto muy nuevo al que la gente no está acostumbrada. El coche particular sigue siendo una parte muy importante de nuestras vidas y nos resulta muy difícil imaginarnos sin él. Además, en el caso de las personas particulares, son pocas las que llevan un verdadero registro de los costes que representa mantener ese coche, así que muchas veces no son conscientes de cuánto les cuesta y de cuánto podrían ahorrar optando por las formas de transporte alternativas. Eso nos ha obligado a educar a la gente sobre los beneficios reales del carsharing de manera personal y colectiva.
Porque hay que resaltar es que el carsharing no es un alquiler de automóviles, más bien quiere separarse de ese concepto. Nosotros entendemos que lo más importante de un sistema movilidad sostenible es que nuestros clientes puedan ahorrar costes y esfuerzos y optimizar el proceso de traslados, por eso el carsharing se utiliza y se trata como un coche propio, no uno de alquiler.
Gabriel Herrero-Beaumont: Otro factor que nos ha afectado, igual que a todas las empresas nuevas y crecientes, es la crisis económica. Éste no es un gasto de primera necesidad y la gente suele restringirse a lo estrictamente necesario en tiempos difíciles. Por eso es importante hacer seguimiento a cada caso y calcular el ahorro de costes para que el cliente vea en nuestro servicio una verdadera inversión.
esmartcity: De la experiencia obtenida por vuestra empresa en estos años ¿está el usuario español maduro para este tipo de servicios compartidos? ¿Habéis tenido alguna experiencia negativa en ese sentido?
Alejandro de León: Hasta ahora no ha habido ningún problema. Mucha gente cree que el carsharing solo es posible en Holanda o en Alemania y que el usuario español no está preparado para entrar en ese mercado y no es así. La experiencia hasta ahora ha sido muy exitosa. Los clientes suelen respetar las normas de uso porque entienden que de esa manera el coche que ellos mismos utilizan se mantendrá en mejor estado y, realmente, nunca hemos tenido ningún inconveniente.
esmartcity: Y, ¿Cuál es el grado de satisfacción de vuestros clientes? ¿Suelen ser recurrentes?
Gabriel Herrero-Beaumont: Por supuesto, porque todo lo que hemos expuesto no es una teoría vaga sino una realidad. Cuando empiezas a utilizar el carsharing empiezas inmediatamente a notar el ahorro y la tranquilidad de no tener que preocuparte por mantener el coche, aunque lo tengas siempre disponible en la puerta de oficina o en tu mismo barrio. Hasta ahora, nadie de nuestra red de usuarios se ha dado de baja y creemos que la clave está en brindar un servicio óptimo para satisfacer una necesidad imperante de la comunidad y el carsharing de Bluemove lo tiene todo: es un sistema realmente sustentable, económico, cómodo y ecológico
esmartcity: Finalmente, nos habéis comentado que una de las misiones principales de Bluemove es la mejora de la movilidad urbana para que sea más eficiente, menos contaminante, y menos intensiva en energía. Desde esta perspectiva, ¿Cómo creéis que puede influir el carsharing en el diseño de las ciudades del futuro?
Jorge González Iglesias: Creemos firmemente que en la ciudad del futuro, la figura del carsharing tendrá mucha relevancia y que habrá sustituido nuestra costumbre del vehículo particular, del coche corporativo o incluso de varios coches en una familia y esta reducción del número de vehículos privados impactaría de manera directa en nuestra vida cotidiana: el descongestionamiento del tráfico reduce el estrés, acorta el tiempo inútil de estar parado en el tráfico, disminuye las emisiones de dióxido de carbono y el efecto invernadero y todo esto sin la necesidad de renunciar a la libertad que nos brinda disponer de un automóvil. Más que en la ciudad, este servicio va a impactar de manera radical en la gente, su bolsillo y su calidad de vida.