Investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona informan de que los beneficios para la salud de la actividad física al desplazarse en bicicleta dentro de la ciudad son mucho mayores que los riesgos por la contaminación del aire y los accidentes de tráfico. De hecho, estos beneficios se han cuantificado y confirman que, gracias al uso habitual del Bicing, el número de muertes anuales disminuye en un 24% (en el caso de la ciudad de Barcelona, 12 muertes) reduciéndose además las emisiones de CO2 en más de 9.000 toneladas durante el mismo período de tiempo.
Los resultados, publicados en la British Medical Journal, se basan en un estudio de impacto en la salud del Bicing, el sistema de bicicletas públicas de Barcelona, que hoy cuenta con unas 6.000 bicicletas, 420 estaciones y 120.000 abonados. De hecho, estos servicios son cada vez más populares en España y más de 70 ciudades ya cuentan con él (Entre ellas: Barcelona, Bilbao, Córdoba, Gijón, San Sebastián, Santander, Sevilla, Valencia o Zaragoza).
El Dr. David Rojas-Rueda, investigador del CREAL y principal autor de este estudio (TAPAS-Transportation, Air Pollution and Physical Activities), declara que ''es evidente que las políticas de transporte, que promueven la actividad física, son un buen medio para mejorar la salud de la población y reducir los gastos en sanidad pública”.
Se trata del primer estudio que cuantifica el impacto en la salud de la implantación de estos servicios, “que han tenido gran éxito y que se han extendido por todo el mundo”, según el investigador Rojas-Rueda. En el caso de Bicing, en el año 2009, el 11% de la población de Barcelona ya contaba con una suscripción al sistema. El 68% de los viajes eran para ir al trabajo o a la escuela, y el 37% de los usuarios combinó el Bicing con otro medio de transporte.
La distancia media por día que se realiza en Bicing fue de 3,29 kilómetros, con una duración en promedio de 14,1 minutos.
Teniendo en cuenta estos datos, el investigador del CREAL añade que “todavía hay mucho margen para mejorar estas cifras y, por tanto, aumentar los beneficios para la salud y el medio ambiente”. De hecho, este estudio fue motivado por la preocupación global sobre las altas tasas de sedentarismo, la epidemia de obesidad y el incremento de los niveles de contaminación del aire en las ciudades, que instituciones como la Organización Mundial de la Salud, la Comisión Europea y el Centro de EE.UU. para el Control de Enfermedades han puesto de manifiesto.
El proyecto TAPAS
Este estudio europeo, coordinado desde Barcelona por el CREAL, cuenta con la colaboración de otros centros de investigación de Basilea, Copenhague, París, Praga y Varsovia que seguirán trabajando hasta 2013. El investigador Rojas-Rueda añade que "TAPAS continúa trabajando en escenarios de otras ciudades de Europa incluyendo estimaciones sobre enfermedades como el cáncer, la diabetes y sobre los efectos de la reducción en los niveles de contaminación del aire en la población".