La Federación Europea de Ciclistas (ECF), en colaboración con instituciones europeas, ha lanzado un nuevo proyecto denominado “Cycle Logistics”, cuyo objetivo es la promoción de la bicicleta como medio de transporte urbano y como sustituto de automóviles, camiones y furgonetas en el reparto de mercancías dentro de lo que se conoce como la “última milla”.
Si bien en nuestro país, la cultura de la bicicleta en su modalidad de carga está poco desarrollada, en España ya existen ejemplos vivos de proyectos en los que se emplean bicicletas para el reparto de mercancías en entornos urbanos como parte de la filosofía del pedaleo por una movilidad sostenible aplicada a diversas actividades para cuyos desplazamientos, la bicicleta es, sin lugar a dudas, el aliado perfecto.
Botones de muestra son proyectos pioneros como la única mensajería ecológica de Servicio Inmediato en toda el área urbana de la ciudad de Valencia que comenzó a prestar servicio ya en enero de 2008; el liderado por Correos, con la adquisición de una flota de 80 bicicletas eléctricas que compró a mediados de 2010, con destino a las carterías de las principales capitales de provincia de todo el territorio nacional, y otros con modelos cargo, como el acometido desde noviembre de 2010 por la cadena de supermercados Eroski, en colaboración con Adbikers, para el reparto de compras en vehículos ecológicos; una iniciativa similar en Barcelona con la cadena de supermercados Caprabo, y la iniciativa de la empresa Txitak, en San Sebastián, con bicicletas de pedaleo asistido que dan servicio a Eroski, a la empresa de paquetería Tipsa y al operador postal Egunon, perteneciente al grupo Gureak, entre otros varios que sin duda, se habrán quedado en el tintero.
Y es que el incremento continuado del precio del combustible, la congestión de tráfico y la contaminación medioambiental y acústica que generan los transportes en los centros urbanos convierten a la bicicleta en una solución sostenible y económica para el transporte de mercancías en las ciudades.
“Cycle Logistics” es el nuevo proyecto de la ECF, que arrancó en mayo de 2011 y tiene una duración prevista hasta 2014, con presencia en doce países europeos.
Según Berhard Ensink, secretario general de la Federación Europea de Ciclistas, “Todas las empresas y ciudades modernas y sostenibles integrarán en sus sistemas logísticos de transporte de mercancías a las bicicletas”.
Con ECF como socio principal, el proyecto logístico Cycle Logistics pretende sustituir a los vehículos motorizados de las los centros urbanos de toda Europa por bicicletas preparadas para el transporte de mercancías o cargo bike, unos modelos que si bien hoy día cuentan con diseños modernos que incorporan el pedaleo asistido, cuentan con antecedentes que datan de finales del siglo XIX.
Realizando las tareas de transporte urbano mediante bicicletas, el proyecto tiene como objetivo reducir la energía consumida por el transporte urbano. Se calcula que se podrían ahorrar 1.300 toneladas de combustible y 3.500 de CO2 si se utilizaran 2.000 bicicletas cargo en las zonas urbanas europeas en la realización de 10.000 entregas.
Según Randy Rzewnicki, jefe del proyecto en la ECF, “actualmente, la mitad de todos los desplazamientos en las ciudades están relacionados con el transporte de mercancías, y las cargas ligeras representan más de un tercio de los mismos. En este contexto, el desarrollo del proyecto logístico Cycle tiene un enorme potencial.
Apunta Rzewnicki que en Berlín, Londres, París y en muchas otras ciudades, son varias las empresas que están gestionando el transporte urbano de mercancías en bicicleta e incluso, para aquellas ciudades que cuentan con una red de transportes eficiente, la bicicleta puede incrementar dicha eficacia.
Con el fin de promover esta tendencia, el proyecto logístico Cycle busca promover un cambio en el comportamiento de los ciudadanos. De este modo, los propietarios de bicicletas recibirán información y consejos sobre cómo utilizar su bicicleta para transportar el tipo de mercancía que habitualmente se transporta mediante vehículos motorizados, al igual que los comerciantes o pequeñas empresas y empresarios (fontaneros, limpiacristales, vendedores etc.), a los que se incitará a utilizar la bicicleta cargo para transportar sus materiales.
Así pues, todos los sectores relacionados con el reparto de mercancías van a ser invitados a introducir la bicicleta en su gestión logística de transporte y del mismo modo, se asesorará a los ayuntamientos de ciudades y pueblos de toda Europa para que incorporen bicicletas como instrumento de movilidad para sus servicios municipales.
Durante la operación, el proyecto permitirá llevar a cabo pruebas con los diferentes tipos de posibilidades que ofrece el transporte en bicicleta (cargo, remolques, cestas etc.), ofreciendo a los ciudadanos europeos el libre acceso a todo tipo de informaciones.