CECU analiza en un informe los servicios públicos de alquiler de bicicletas y detecta posibles cláusulas abusivas.

La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) ha llevado a cabo un análisis de los servicios públicos de alquiler de bicicletas implantados en algunas de las principales ciudades españolas como medio de transporte alternativo en el entorno urbano.

Este tipo de servicios de carácter municipal, cuya gestión puede desarrollarse tanto por el propio ayuntamiento como a través de contratas, suponen el establecimiento de un determinado número de puntos de anclaje con bicicletas diseminados por la ciudad a cuyo uso puede acceder cualquier usuario a través de diferentes tipos de abono. Dado que la finalidad de estos servicios es la realización de desplazamientos cortos en la ciudad, en general, se establece un periodo de tiempo (generalmente media hora) en el que el uso de esas bicicletas entra dentro del precio del abono.

A partir de ese periodo se comienzan a pagar tarifas extra en función del tiempo total de uso hasta un máximo de 24 horas. Las características de estos servicios varían bastante en función del tamaño de la ciudad y del tiempo que lleva implantado siendo los datos más reseñables los siguientes:

En otra vertiente, analizando las condiciones generales de contratación de este servicio, CECU ha observado la existencia de algunas cláusulas que podrían considerarse abusivas y que, por tanto, podrían atentar contra los derechos de los usuarios:

En relación con todo lo señalado anteriormente, CECU considera fundamental que se incida en los siguientes aspectos para mejorar tanto el servicio como la convivencia entre las bicicletas, el resto de vehículos y los peatones en las ciudades, algo fundamental para seguir fomentando una movilidad más sostenible:

  1. CECU considera fundamental que los condicionados de uso del servicio sean sencillos, claros, equitativos y transparentes.
  2. De cara a que la implantación de este servicio sea lo más efectiva posible, los municipios deben dotar a las ciudades de carriles bici y lugares adecuados para que los ciclistas circulen con seguridad. En este sentido, es imprescindible sensibilizar al resto de vehículos y peatones de la necesidad de respetar las zonas habilitadas para las bicicletas.
  3. Igualmente, los ciclistas deben actuar con respeto a las normas de circulación previstas para sus vehículos y evitar ir por aceras o cruzar por pasos para peatones por el peligro que esto supone tanto para ellos como para el resto de vehículos y viandantes. CECU considera que sería una buena iniciativa el establecer un breve test previo a la obtención del abono para informar y educar al ciclista sobre las normas básicas.
  4. Se debe ofrecer a los usuarios del servicio un lugar al que acudir para resolver un conflicto o plantear una reclamación. Igualmente, los teléfonos a los que notificar incidencias deberían ser gratuitos y, en ningún caso, números 902.
 
 
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