La proporción de personas bien informadas sobre el vehículo eléctrico en España se sitúa muy por debajo de otros mercados europeos.

La necesidad de implantar un marketing estratégico del vehículo eléctrico, una visión rupturista en su comercialización y mejorar el nivel de información del usuario final como sujeto activo en el desarrollo de este mercado fueron algunas de las interesantes conclusiones de la Jornada Técnica que el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM) organizó en su sede el 31 de mayo bajo el título “La eterna emergencia del Vehículo Eléctrico”.

El presidente de Foreve, Agustín Aragón, invitado como ponente, definió al vehículo eléctrico como la tecnología eternamente emergente por excelencia e hizo un análisis de la situación que ha llevado a apostar por la movilidad eléctrica hoy día, tras varios intentos frustrados de implantación de esta tecnología.

En su intervención, señaló que “el vehículo eléctrico no es algo inevitable. Para que el VE se quede es necesaria una nueva estrategia de difusión. No se trata sólo de poner una tecnología en el mercado y dar una subvención. Es algo más. Hace falta analizar el mercado y actuar en consecuencia con una visión estratégica”.

Planteó Aragón como desafíos una correcta gestión de la recarga y abogó por una visión rupturista en la comercialización del vehículo eléctrico para captar al cliente. “No se puede plantear el debate de tener dos coches en propiedad, uno para viajar y otro para la movilidad urbana”, dijo, y añadió que falta una visión compartida de todos los agentes vinculados al vehículo eléctrico.

Por su parte, Donia Razazi, secretario coordinador de Foreve, detalló el seguimiento de las acciones del plan 2010/2012 de la estrategia integral de impulso al vehículo eléctrico en España y comentó que falta un conocimiento real entre los potenciales compradores de lo que puede y no puede aportar el vehículo eléctrico.

En la tercera de las intervenciones, Miguel Aguilar, director general del Instituto de Estudios de Automoción (IEA), analizó el papel del ciudadano ante esta nueva tecnología y señaló que no se tiene en cuenta al usuario a la hora de implantar el vehículo eléctrico en España y que éste “no tiene una visión clara de dónde, cómo, cuánto y a qué coste podrá cargar su vehículo eléctrico”, dijo.

En opinión de Aguilar, el usuario debe ser parte activa y no sólo receptor de las decisiones de otros en el desarrollo de este mercado, “ya que comprar un vehículo no es un acto racional. No basta con la tecnología. Hay que dotar de contenido emocional, esto es, valores, al concepto del vehículo eléctrico”, señaló.

“Sabemos muy poco sobre lo que quiere el usuario y lo que sabemos no despeja incertidumbres”, comentó el responsable de la IEA y dijo que de los valores generales de la sociedad a los valores particulares de cada individuo, “la cosa varía mucho”.

En cuanto a las estrategias a adoptar en la implantación del vehículo eléctrico, Aguilar expuso que debería de adoptarse un posicionamiento muy agresivo en precio, pues “los precios actuales están lejos de suplir esa barrera, aunque se incluya la subvención”.

Además, destacó que “la proporción de personas bien informadas sobre el vehículo eléctrico en España se sitúa en el 5 ó 6%, muy por debajo de mercados como Alemania, Italia, Francia o Reino Unido, que rondan el 20%”.

 
 
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