La flota experimental de 50 taxis eléctricos puesta en servicio por el fabricante chino de vehículos BYD hace un año en Shenzhen, China, ha ahorrado ya la emisión a la atmósfera de más de 1.000 toneladas de CO2.
Estos taxis son monovolúmenes de 5 asientos con una autonomía de 300 km y una velocidad de 140 km/h, y han estado operando desde el 29 de abril de 2010, habiendo recorrido 2.700.000 kilómetros, que representan más de 50.000 kilómetros por vehículo.
Según BYD, el proyecto ha servido para analizar las condiciones de recarga rápida, pues cada vehículo ha sido recargado en 20/30 minutos por día, no habiéndose reportado cambio o desgaste prematuro alguno en las baterías de Litio y hierro (LiFePO4).
El ayuntamiento de la ciudad local ha apoyado la iniciativa con la instalación de puntos de recarga rápida para dar servicio a esta flota de taxis eléctricos.
Asimismo, la ciudad norteamericana de Los Ángeles está siendo objeto de otro test, con la berlina híbrida (gasolina-eléctrico) BYD F3DM, y también con resultados satisfactorios, pues en 23.000 km de recorrido sólo se ha empleado el motor de combustión interna para recorrer 6.400 km, llegando a ahorrar 2,67 litros por cada 100 km recorridos.