Shweeb es una innovadora propuesta de movilidad sostenible y ecológica que integra dos tecnologías existentes, el monorraíl y la bicicleta reclinada, y que permite alcanzar hasta una velocidad de unos 25 km/h, dicen sus creadores.
El monorraíl permite viajar con seguridad por encima de todos los otros modos de transporte terrestres y dejar el terreno libre para otros usos. Desde la década de 1960, los monorraíles a pequeña escala han sido promovidos en todo el mundo como el sistema de transporte urbano ideal, pero no han prosperado debido a los costes de la infraestructura necesaria.
Con el uso de las nuevas tecnologías, ha resurgido el interés por los monorraíles a pequeña escala (Personal Rapid Transport – PRT), como el nuevo sistema sin conductor en el aeropuerto de Heathrow, que sustituye el transporte en autobús.
Los sistemas de bicicleta reclinada han experimentado grandes avances en la última década debido, principalmente, a que aportan una mayor comodidad, mayor eficiencia, mayor velocidad y ausencia de emisiones de carbono. Sin embargo, su perfil aerodinámico bajo crea problemas importantes, ya que son demasiado bajos para ser claramente visibles por los usuarios de la carretera, los conductores tienen poca visibilidad y elementos climatológicos como el viento lateral pueden desestabilizar y derribar a uno de estos sistemas. Estas cuestiones han inhibido seriamente la adopción de sistemas HPV (Human Powered Vehicles – Vehículos Propulsados por el ser Humano) en entornos urbanos.
Al combinar las ventajas del monorraíl con la eficiencia aerodinámica de las bicicletas reclinadas, el sistema Shweeb ofrece una solución creativa y personal, a través de vainas aerodinámicas que se suspenden en un carril y que son impulsadas por el usuario a través de pedales y con la opción de incluir el pedaleo asistido. El conductor y su equipaje se alojan en un cómodo asiento, reclinado, con una vista panorámica de 360 grados.
Ya existe un ejemplo real de instalación del Shweeb en el Agroventures Park en Rotorua, Nueva Zelanda, y sus creadores, que además están desarrollando cabinas para dos pasajeros, informan de que muy pronto se anunciará dónde se construirá el primer sistema destinado a transporte público.