Los expertos coinciden en señalar que el desarrollo del vehículo eléctrico como solución de movilidad es un camino sin retorno y su implantación en flotas urbanas implica una gran eficiencia energética con innegables ventajas medioambientales y económicas, aunque sigue habiendo un importante camino por recorrer, pues a marzo de 2011, el parque de vehículos eléctricos en España es de 1.007 unidades, lo que supone básicamente la mitad de los objetivos planteados en el Proyecto Movele, que preveía a finales de 2010 la introducción de 2.000 vehículos eléctricos en el parque español.
Este dato actualizado lo aportaba Juan Francisco Larrazábal Roche, del Departamento de Transporte del Idae, durante su intervención en la jornada sobre Innovación y Eficiencia Energética en el ámbito de los servicios urbanos, que tuvo lugar ayer miércoles en Madrid, organizada por la Consejería de Economía y Hacienda de Madrid, a través de la Dirección General de Industria, Energía y Minas y la Fundación regional de la Energía, Fenercom, con la colaboración de Urbaser.
Asimismo, de los 546 puntos de recarga previstos en el proyecto Movele, a 15 de marzo de 2011 hay 93 instalados, de los cuales 18 se encuentran en Madrid, donde había planificados 280, y 75 en Barcelona, respecto a una previsión de 191. En Sevilla, donde Movele preveía 75 puntos de recarga, no hay en la actualidad instalado ninguno, según la información presentada por Larrazábal, quien señaló que “el Idae acaba de aprobar la ampliación del plazo para la disposición de infraestructura en el marco del proyecto Movele en un año adicional, hasta marzo de 2012”.
Junto con los 93 puntos de recarga de uso público financiados por el Plan Movele, existen otros 341 que suman un total de 434, repartidos por 45 ciudades españolas, siendo Barcelona, con 144 puntos, la de mayor congregación de este tipo de instalaciones, seguida por Madrid (96 puntos) y a más distancia, La Coruña (30), Pamplona (19) y Sabadell (13).
Según el modo de recarga de estos puntos de uso público, predomina el modo monofásico (389) frente al trifásico (41) y por ubicación, el emplazamiento en subterráneo (257) frente a la superficie (173).
El representante del Idae destacó que el vehículo eléctrico es una excelente oportunidad para la mejora de la eficiencia energética en el transporte y la electrificación de vehículos será la fórmula tecnológica para cumplir con os requisitos energéticos y medioambientales que demanda la sociedad, especialmente en entornos urbanos.
Asimismo, aludió a la Estrategia Española de Impulso al Vehículo Eléctrico, que permitirá hacer de la movilidad eléctrica, en toda su extensión, una alternativa cada vez más competitiva.
Junto a Larrazábal, intervinieron en la jornada Antoni Sudrià i Andreu, director del Citcea (Centro de Innovación Tecnológica de la Universidad Politécnica de Cataluña), quien apostó en su intervención por el futuro de los vehículos eléctricos y por el convencimiento de que la tecnología de baterías evolucionará de forma dramática en los próximos años, como también está sucediendo en la tecnología de motores eléctricos, “donde los tipos clásicos (motor de inducción, síncrono de imanes permanentes, de reluctancia conmutada…) se están adaptando al vehículo eléctrico hacia motores síncronos con devanado en el rotor, multipolares, multifase (se habla ya de cinco fases) y flujo axial”, dijo.
Sudrià i Andreu comentó, no obstante, que “me da miedo el modelo de mercado del vehículo eléctrico. Los fabricantes tienen que acertar bien hacia dónde y a qué público se dirigen, pues no se puede comercializar el vehículo eléctrico como el de motor de combustión interna”, y añadió que “yo creo que el vehículo eléctrico tenía que haber sido producido más por fabricantes de equipos eléctricos que por fabricantes del sector de automoción, pues hay un potencial peligro a que se desvirtúe el objetivo de este tipo de movilidad”, sentenció.
Rubén Torrado, director de Compras y Maquinaria de Urbaser, desgranó en su intervención la apuesta de su empresa por la movilidad sostenible en los servicios urbanos. No en vano, son ya 48 los municipios gestionados por Urbaser con vehículos eléctricos, “cuyo rendimiento, autonomía, reducción de emisiones sonoras, de partículas y gases casa muy bien con el tipo de actividad que desarrollan estos vehículos”, señaló el directivo.
Para Torrado, “el éxito o fracaso de las flotas de vehículos eléctricos pasa por un buen sistema de recarga, que debe ser eficiente, fiable, adaptativo y completamente monitorizable”, dijo.
Asimismo, en cuanto al coste y amortización de este tipo de vehículos, señaló que “aún siendo el coste de adquisición superior, los costes de explotación son netamente menores, especialmente en el consumo, donde el ahorro es de un 70%”, y añadió que “esto supone que de algún modelo de vehículo eléctrico de los ya existentes, con las ayudas de subvenciones estatales correspondientes, su explotación tenga un coste similar al vehículo diesel, considerando un sobrecoste amortizable a 8/10 años”.
Torrado no quiso obviar la movilidad sostenible en servicios urbanos con otras tecnologías como el GNC, que también ofrece ventajas indudables en reducción de emisiones de CO2, de NOx y sonoras, así como una autonomía de 350 km, o los vehículos híbridos y bifuel.
Ricardo de Lombas, director de Prensa y Relaciones Exteriores de Vehículos Eléctricos y Medio Ambiente de Peugeot España, expuso en su turno de intervención la experiencia de un caso real de vehículo eléctrico disponible ya en el mercado, como es el iOn 100% eléctrico de Peugeot, fabricante que además aporta una experiencia de décadas, desde mediados del siglo pasado, en movilidad eléctrica.
“La energía para el transporte debe cumplir hoy, y en el futuro, tres principios básicos que definimos como la triple A:
- Asequible (en cuanto al precio final para el consumidor)
- Aceptable (social, política y medioambientalmente) y
- Accesible (ampliamente distribuida, con gran seguridad)
En este sentido, el vehículo eléctrico cumple con esos tres principios”, señaló de Lombas.
Igualmente, destacó el cambio de mentalidad al que se enfrenta el comprador de un vehículo ante el nuevo concepto de movilidad, y dijo que “generalmente, el consumidor compra un vehículo pensando en sus necesidades para los 15 días de vacaciones al año que viaja con él, cuando lo sensato es pensar en adquirir un coche que cubra el 95% de las necesidades habituales del usuario y suplir necesidades puntuales en las que se precisa otro tipo de vehículo con el alquiler”.
De Lombas desgranó de este modo la filosofía que conforma el concepto Mu by Peugeot, lanzado en Madrid el año pasado y “cuyo lanzamiento será inminente en Barcelona”, dijo.
Así pues, defendió un cambio de estrategia que supone pasar de una lógica de “vehículo” a una lógica centrada en el cliente y la movilidad, y destacó la necesidad de que los fabricantes de vehículos enriquezcan su oficio hacia el concepto de “prestatario de servicios de movilidad”, destacó de Lombas como estrategia inherente al concepto de Mu by Peugeot.
Joan Pallisé, director de Relaciones Institucionales de Circutor, comentó en su intervención los mitos y realidades en torno al vehículo eléctrico y aludió a la necesidad de cuidar los órdenes de magnitud cuando se habla de previsiones sobre la implantación de los vehículos eléctricos en un plazo de tiempo.
Asimismo, Pallisé apuntó que “una vez superados los últimos obstáculos técnicos (almacenamiento de electricidad) y por más que la nueva movilidad basada en los VE presenta unas dimensiones poliédricas importantes (dependencia energética, volatilidad de precios del carburante, pérdida de calidad del aire, gases de efecto invernadero, etc.), el aspecto más importante para la eclosión de los vehículos eléctricos tiene que ver con la eficiencia energética”.
El representante de Circutor restó importancia a las noticias “un tanto alarmistas sobre la recarga de vehículos eléctricos, cuando para cualquier sociedad tecnológicamente avanzada no ha de representar ningún problema, sino que además puede contribuir a mejorar algunos déficits existentes”, apuntó.
En cuanto a la evolución del mercado de la recarga, Pallisé destacó como problemático actualmente el referido al aparcamiento privado en multipropiedad, “donde las dificultades no son de tipo técnico, sino legales y administrativas”, y destacó que el problema actual más importante no es la falta de puntos de recarga, sino la falta de vehículos eléctricos con precios y prestaciones adecuados.
Benito Páramo, responsable de Gas Natural Vehícular en Gas Natural Fenosa, pueso el acento en la jornada en otras soluciones de movilidad sostenible además de la eléctrica, y centró su intervención en las ventajas de los vehículos propulsados con gas natural, “que reduce las emisiones de contaminantes de óxidos de nitrógeno (>80%), partículas en suspensión (>95%), dióxido de azufre (110%) y monóxido de carbono (25%), al tiempo que mejora las emisiones acústicas frente al diesel en los vehículos pesados”, dijo.
Asimismo, defendió una capilaridad prevista suficiente para el suministro de flotas de servicio públicas y grandes flotas profesionales y destacó la existencia en estudio de soluciones a medida a través de corredores con suministro de gas natural licuado (GNL).
“El gas natural vehicular, en forma de gas natural comprimido o gas natural licuado, se posiciona como la única alternativa tecnológica, ya resuelta y económica, para el servicio público y el transporte pesado por carretera. El impulso desde los gobiernos hace que existan objetivos cuantificados en volumen y plazo”, destacó.