Siguiendo la línea de fomentar la seguridad vial y reducir la accidentalidad en las carreteras, el RACC ha presentado los resultados de la evaluación de la seguridad de un vehículo eléctrico según tres criterios de seguridad: choque frontal, choque por alcance (trasero) y prueba de excarcelación de accidentado, realizados en uno de los primeros vehículos 100% eléctricos que han salido al mercado producido en grandes series, el Mitsubishi i-MiEV, disponible en el mercado europeo desde diciembre de 2010, ofrecido también por el consorcio PSA, bajo el nombre de Citroen C-Zero o Peugeot iOn.
El estudio se ha realizado por un consorcio de diferentes automóviles clubs europeos, entre ellos el RACC, y se ha realizado en las instalaciones del automóvil club alemán ADAC, bajo el control de sus ingenieros.
Metodología del estudio
El Mitsubishi i-MiEV es un vehículo ligero, ya que incluyendo la batería sólo pesa 1.100kg, con cuatro plazas. Entre su equipamiento de seguridad, ofrece pretensores de cinturones y 6 airbags (conductor, acompañante, laterales y cabeza), así como ESC (control de estabilidad) de serie. Las pruebas han sido en 3 ámbitos distintos:
- La seguridad de los ocupantes en caso de un impacto frontal, así como la seguridad de la ubicación de ciertas piezas del vehículo que están sometidas a alto voltaje, se han puesto a prueba a través de un crashtest frontal a una velocidad de 64 km/h, de acuerdo con la metodología de EuroNCAP.
- Además, se ha practicado un choque por alcance a 80 km/h, según la normativa norteamericana. Se realizaron también ensayos de corte en la carrocería del coche accidentado para determinar el nivel de seguridad para los equipos de rescate tras un accidente.
- Por último, tras los crashtests el vehículo ha sido analizado por instructores del cuerpo de bomberos para detectar posibles problemas durante un rescate de ocupantes del interior de un vehículo eléctrico accidentado.
Choque frontal según metodología EuroNCAP
A pesar de la construcción ligera del i-MiEV, de la colocación del motor eléctrico y de la transmisión en la parte trasera del vehículo, este vehículo eléctrico ha obtenido buenos resultados en el choque frontal. Tras el impacto, el vehículo asegura con garantías un habitáculo de supervivencia a los ocupantes, aunque aún se debe mejorar la zona de impacto de las rodillas y las piernas en su interior.
De los estudios comparativos realizados con otros vehículos se deduce que el nivel de seguridad para los pasajeros en los asientos delanteros del i-MiEV no se encuentra a la altura de los mejores de su clase. Sin embargo, con un 72,5% el i-MiEV obtiene un mejor resultado que un Renault Twingo con 70,6% y logra un nivel similar al del Smart Fortwo.
Choque por alcance a 80 km/h según la normativa norteamericana
En el choque por alcance a 80 km/h con una barrera de 1.400 kg, toda la unidad mecánica, el motor con la caja de cambios y el eje trasero, fueron empujados unos 40 cm hacia dentro del habitáculo. Debido a la deformación, el revestimiento exterior se dobló y se rompió, afectando el piso del vehículo (donde se ubican las baterías), aunque no las propias células (baterías) del coche, que no se vieron afectadas por el impacto. Una cápsula reforzada con fibra de vidrio protege las células individuales contra influencias del entorno.
Resultados de los crashtest
Los dos test de choque realizados demuestran un aceptable nivel de seguridad del Mitsubishi i-MiEV. En cuanto a los retos específicos que plantea un accidente de un vehículo eléctrico, los sistemas de seguridad detectaron el impacto durante la prueba y se encargaronm de desconectar automáticamente todo el circuito de alto voltaje.
Las baterías que proporcionan el alto voltaje no se vieron afectadas incluso durante estas duras pruebas a las que fueron sometidas las estructuras, por lo que después del accidente se puede concluir que no implican un especial riesgo para los ocupantes ni para los equipos de emergencia (bomberos). El vehículo demuestra que la seguridad en los vehículos eléctricos no tiene nada que envidiar a la seguridad en coches comparables con motor de combustión. Sin embargo, sigue existiendo potencial para la mejora.
Pruebas de rescate de ocupantes
Tras los crashtests, el vehículo fue analizado por instructores del cuerpo de bomberos para detectar posibles problemas durante un rescate. Se recreó el procedimiento normal de corte de la carrocería (excarcelación) para comprobar si existen problemas con la instalación de alto voltaje durante el rescate. Un conector adicional (interruptor separador de la batería o Service Connect) se encarga de que sea posible interrumpir la conexión de las distintas células de la batería, con lo que durante el rescate se puede “desconectar” el vehículo.