Fruto del imaginario de un grupo de personas que se ha unido con carácter voluntario en Santiago de Chile, Recicleta trata de recuperar todas aquellas bicicletas en desuso y ponerlas otra vez en circulación y que cree firmemente que aumentar el uso de la bicicleta en las grandes ciudades ayuda a la calidad de vida de sus habitantes, permitiendo dotar de bicicletas a todas aquellas personas que desean usar este medio de transporte pero que no cuentan con los medios para tener una.
La idea de Recicleta parte de la base de la existencia de cientos de bicicletas que duermen abandonadas en apartamentos y garajes de edificios en Santiago, que muchos de sus dueños las usaron durante un tiempo, pero que por una razón u otra han dejado de hacerlo, por lo que las bicicletas acaban olvidadas y sin prestar un servicio útil.
Tras recuperarlas y ponerlas en forma, las bicicletas son entregadas a personas dispuestas a usarlas como su medio de transporte principal, pero que no pueden costear una, como por ejemplo estudiantes o mujeres que no trabajan.
En España también existen iniciativas similares y ejemplo de ello es la entidad Biciclot, a través de su proyecto Rebiciclem, que no sólo recicla estos vehículos, sino que los destina a proyectos sociales y formativos.
De hecho, el Ayuntamiento de Barcelona cedió a mediados de 2010 a esta iniciativa cincuenta bicicletas abandonadas en la calle para un proyecto de inserción social y laboral de jóvenes y adolescentes. Los vehículos fueron reparados por una treintena de jóvenes y se entregaron a otras entidades que gestionan centros de menores.
Como botón de muestra en España, cabe señalar que sólo en Sevilla, por ejemplo, los agentes de la Policía Local y los efectivos del servicio de recogida de la Oficina de Vehículos Abandonados (OVA), dependiente de la empresa municipal de la limpieza(Lipasam), retiraron en 2009 cerca de 200 bicicletas abandonadas en las calles y plazas de la capital hispalense.