Mutua Madrileña y el Colegio de Arquitectos han puesto en marcha un concurso que invita a los arquitectos de la Comunidad de Madrid a diseñar el “Urban Green Car”, un automóvil urbano del futuro concebido con criterios de movilidad urbana sostenible.
El concurso tiene una dotación económica de 9.000 euros para el primer premio; 6.000 el segundo y 3.000 para el tercero y el jurado está compuesto por personalidades relevantes del mundo de la arquitectura y del motor como los arquitectos Carlos Rubio Carvajal y Joaquín Torres, o Carlos Sainz.
Antecedentes
No es nueva la relación que une a arquitectos con la movilidad en sus diversas facetas y que les lleva a concebir vehículos futuristas y ciudades adaptadas a la necesidades del mañana, donde sus habitantes resuelven su movilidad en base a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.
Por ejemplo, en la primavera de 2006, el artista Kenny Schachter, director de la galería Rove de Nueva York, propuso a la arquitecta Zaha Hadid un proyecto artístico que involucrase el diseño de un coche pensando en las necesidades de movilidad del futuro.
Fruto de esta propuesta fue el modelo Z-Car, un biplaza modular de tres ruedas y un ejercicio de estilo sobre la movilidad del futuro concebido como híbrido y cuya maqueta en resina luce expuesto en el museo Guggenheim de Nueva York.
Otras iniciativas como el premio AUFA (Audi Urban Future Award), convocado por el fabricante alemán de vehículos Audi y que ha ganado el arquitecto alemán Jürgen Mayer, propuso este año a seis arquitectos de reconocido prestigio internacional, entre los que se encontraba el español Enrique Ruíz-Geli, a desarrollar proyectos de futuro para las ciudades del año 2030, donde predominan edificios y barrios autosuficientes energéticamente, vehículos ligeros y no contaminantes.
En este concurso, el español Ruíz-Geli presentó el Barcelona Empathic Car, un modelo fotovoltaico utilizable en cualquier parte del mundo y que en su ideario, imaginaba como “un coche divertido, limpio, eléctrico, que habla con los semáforos, que sabe cómo esquivar atascos…”, tal y como comentaba en una entrevista a un prestigios diario económico.
Otra arquitecta como la británica Alison Brooks mostraba un coche que según las necesidades, podía quedar reducido a la mitad, dejando una parte en casa, y el estudio chino Standardarchitecture proponía un vehículo que funciona de forma individual pero que podía unirse a otros muchos para convertirse en un transporte público cuando llega a zonas de gran densidad de tráfico… Imaginación al poder.