El Ayuntamiento de Burgos ha propuesto a los empresarios de la capital una solución imaginativa para tratar de minimizar los problemas de reparto que se producen en el centro histórico una vez que finalizan los horarios de carga y descarga. Para ello, el área de Movilidad ha pensado en la implantación de un servicio de distribución mediante unas bicicletas de tres ruedas que se desplazarían hasta los puntos en los que se impide el paso de vehículos al centro por medio de bolardos.
Aunque existe toda la voluntad municipal para sacar el proyecto adelante, todo dependerá de la decisión que tomen los propios empresarios, que son los que deberán dar uso al servicio. «Tienen que estar de acuerdo para poderlo instalar. Si no es así, no daríamos ese paso. Pero estamos en ello e insistiremos», sostiene el concejal de Movilidad, Esteban Rebollo.
Mientras la respuesta llega, el Ayuntamiento ya ha pensado en dos posibles ubicaciones donde se instalarían dos centros logísticos desde los que acudir al encuentro de los paquetes. Así, y aunque los detalles no se definirán hasta que se cuente con el visto bueno definitivo, estos podrían ubicarse junto a Capitanía y en la calle Eduardo Martínez del Campo.
Lo que no está tan claro es la fórmula que se establecerá para cobrar por el servicio aunque, tal y como señala Rebollo, «sería muy económico» y sería el mismo Ayuntamiento el que gestione el servicio, según el concejal.
Si finalmente el proyecto sale adelante y tiene éxito, el concejal no descarta que en un futuro se pueda ser más ambicioso y pensar en la posibilidad de que, además del servicio de bicicletas, se pueda ampliar con coches eléctricos que permitan transportar más volumen de mercancías.