Gas Natural Fenosa ha puesto en marcha la nueva estación de suministro de gas natural vehicular (GNV) para la flota de aproximadamente 400 autobuses que la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) tendrá en su nuevo centro de operaciones de Sanchinarro (Madrid).
El acto de presentación de la nueva estación de carga, que estuvo presidido por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el concejal de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, contó con la presencia del director general de Negocios Minoristas de Gas Natural Fenosa, Daniel López Jordá.
Esta instalación es la más grande de Europa de suministro de GNV, tanto por el volumen de flota como por la capacidad de compresión, y en una de las más grandes del mundo para el suministro de gas natural vehicular. Asimismo, dispone de los últimos avances tecnológicos en gestión de flotas de autobuses y es un ejemplo de sostenibilidad, por la optimización de su consumo energético y por la reutilización de cualquier emisión de gas en el proceso.
La inversión realizada por la compañía energética en la estación es de alrededor de 6 millones de euros y prevé una facturación de en torno a los 60 millones de euros a lo largo de la duración del contrato.
Además de la construcción, Gas Natural Fenosa es la responsable de la explotación de la instalación, ya que se encarga del suministro de gas natural (170 GWh/año) y del mantenimiento preventivo y correctivo a todo riesgo de la instalación durante la duración del contrato, que es de 12 años.
Instalación novedosa
La estación dispondrá de nueve calles de repostado simultáneo que podrán atender un máximo de 180 autobuses cada hora, igualando así los tiempos de repostado habituales para vehículos diesel. Asimismo, el proyecto incluye la creación de una zona diferenciada de suministro para otros vehículos externos, lo que permitirá extender las ventajas de la utilización de este combustible a otros colectivos, como taxis y otras flotas profesionales.
La utilización de GNV en los aproximadamente 400 autobuses que repostarán en la nueva estación de la EMT de Madrid supondrá una reducción anual de emisiones de 54 toneladas de óxidos de nitrógeno y de casi 4 toneladas de partículas, lo que contribuirá a atenuar el problema de la calidad del aire en la ciudad de la Madrid.
La estación dispone de nueve calles de repostado simultáneo, con surtidores de carga rápida, que permiten cargar un vehículo en un tiempo medio de 3 minutos, con lo que la totalidad de la flota se puede cargar en menos de 3 horas, igualando así los tiempos de repostado habituales para vehículos diesel.
Como características principales, la estación dispone de 9 compresores con una capacidad de compresión unitaria de 2.700 Nm3/h. Asimismo, para mejorar los tiempos de carga, tiene una capacidad de almacenamiento de 24.400 litros a 250 bares.