Ferrocarriles Españoles de Vïa Estrecha (Feve) y el Centro de Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía (Cidaut) encabezan un proyecto de investigación que busca explorar las posibilidades del hidrógeno como energía de propulsión en el sector ferroviario, para lo que cuentan con el apoyo del Principado de Asturias, la empresa Biogás Fuel Cell y el Instituto Nacional del Carbón (Incar), del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Tal y como informa el Ministerio de Fomento en la última edición de su revista mensual, se trata de desarrollar un prototipo de tranvía capaz de moverse impulsado por un motor eléctrico que se alimenta de la energía procedente de una pila de combustible.
Creado a partir de uno de los tres coches de un tren de Cercanías de la serie 3400 en desuso, este vehículo laboratorio será sometido a varias pruebas en Asturias para evaluar esta posible aplicación, para lo que contará con dos pilas de combustible de 12 kW con capacidad para más de 10 kg de hidrógeno cada una (15 botellas), una batería de 110 kW de potencia y 36,67 kWh de energía; unos condensadores de 75 kW y cuatro motores eléctricos de 25 kW cada uno.
El techo del tranvía acogerá los tanques de almacenamiento del hidrógeno a alta presión (200-300 bares) y para la recarga se estudiarán varias opciones, desde el cambio de unas botellas por otras hasta la instalación en una estación de un sistema de compresión.
El tranvía, de 23 toneladas una vez adaptado, podrá alcanzar 25 km/h de velocidad máxima y circulará por un recorrido de pruebas entre las estaciones de Llovio y Ribadesella, de unos 5 km de longitud.