Durante las últimas décadas, el Palacio de Versalles ha atraído a millones de turistas a Yvelines, región norcentral de Francia, a menos de 30 kilómetros de París. A partir de enero de 2010 otra atracción, más en línea con el futuro que con el pasado de la nación gala, hará de Yvelines nuevamente centro de interés mundial, pues un grupo de pequeñas ciudades de la región se transformará en un laboratorio de análisis de los vehículos eléctricos.
Ya está todo listo para que durante un año y medio, de enero de 2011 a julio de 2012, un centenar de vehículos eléctricos circule a manos de usuarios normales (85%) y también de conductores profesionales (15%), que harán trayectos habituales de casa al trabajo. El estudio pretende analizar no sólo el comportamiento del vehículo, sino también de la infraestructura de recarga y se tendrán en cuenta las opiniones, quejas y sugerencias de los conductores, con el fin de acometer los cambios necesarios que integren a estos vehículos en la ley de circulación.
Del centenar de vehículos, ochenta serán de Renault (modelos Fluence o Kangoo) y 20 del modelo Leaf de Nissan.
Junto con el grupo Renault-Nissan, participan en el proyecto la energética francesa EDF, Schneider Electric y Total, junto con el gobierno de Yvelines y Ademe, un órgano federal ligado al Ministerio de Medio Ambiente de Francia. Las inversiones del programa ascienden a 23 millones de euros, de los cuales 11 millones serán aportados por Renault-Nissan.
“Si logramos probar que el vehículo eléctrico es fiable, el conductor dejará de obsesionarse con la cuestión de la autonomía, que es lo que más le preocupa”, ha señalado Ziad Dagher, responsable del programa de experimentación de vehículos eléctricos de Renault y coordinador de Save (Sien Aval Véhicules Electriques).
Según Dagher, la región de Seine Aval, que significa “el curso del río Sena”, fue escogida por ser un área de interés nacional, onde donde hay expectativas de promover un desarrollo económico. Además, allí se encuentra Flins, ciudad donde Renault construirá una fábrica de baterías y donde se producirá el modelo eléctrico Zoe, el primero que permitirá un sistema de recarga rápida (por el sistema de sustitución de una batería descargada por otra cargada).
La idea de este laboratorio lleva gestándose desde hace dos años y medio y lo que más preocupaba era la infraestructura de recarga, para lo cual se han instalado 300 pontos de recarga en toda la región, que se ubican en varias ciudades de cerca de 30.000 habitantes al menos cada una. La población de toda la región suma más de 300.000 habitantes.