Saft Baterías dio a conocer en Matelec 2010 la nueva generación de baterías de EMISA, de aplicación, entre otras, a todo tipo de vehículos eléctricos.

Con el fin de dar respuesta a los grandes retos del sector energético en nuestros días, Saft Baterías ha presentado en el Salón Internacional de Material Eléctrico y Electrónico, Matelec 2010, celebrado en el recinto ferial Ifema de Madrid, del 26 al 29 de octubre, la nueva generación de la marca EMISA, constituida por diferentes líneas de producto en el ámbito de las baterías industriales de níquel-cadmio, y de la electrónica de potencia, donde destacan las aplicaciones Battery Management System (BMS), gestores de flujo de energía y New Tec.

En el terreno de las baterías industriales, EMISA cuenta con tecnología electroquímica de Níquel-Cadmio, que combina la tradición en los sectores industriales de baterías estacionarias, con la gran fiabilidad de éstos en los procesos de carga y descarga. En esta línea, cuenta con una gama estándar en sus tres versiones para altas, medias y bajas intensidades de descarga; una gama vantage de ultra bajo mantenimiento para aplicaciones estacionarias; y una gama de altas prestaciones y bajo mantenimiento XHP, para dispositivos de energía de reserva.

En el terreno de la electrónica de potencia y control, EMISA ofrece tres líneas de nuevos productos: los cargadores de baterías de media frecuencia NEWTEC, especialmente indicados para tensiones de carga altas; gestores de flujos de energía para instalaciones híbridas complejas; y gestores de baterías (Battery Management System, BMS) que ofrecen información precisa del estado de la batería.

Además, Saft Baterías ha puesto en marcha el Aula EMISA, donde se imparten cursos, tanto para el personal interno como para clientes, socios, proveedores o instaladores, sobre baterías industriales, sus aplicaciones en diversos sectores; dispositivos eléctricos o electrónicos relacionados con sistemas electroquímicos; o sobre aspectos medioambientales y de prevención de riesgos laborales relativos a las baterías electroquímicas.

En opinión de Joaquín Chacón, director general de Saft Baterías, “esta nueva generación de EMISA es fruto de nuestro compromiso por mejorar y por ofrecer a la sociedad soluciones innovadoras para las necesidades que presenta, un gran reto desde que obtuvimos los derechos de explotación de la marca en 2003”.

EMISA produce y comercializa desde hace 60 años baterías prácticamente para cualquier aplicación y uso especializado, entre las que se incluyen aquellas dirigidas a compañías de producción y distribución de electricidad, gas, agua, refinerías, aeropuertos, telecomunicaciones, ferrocarriles, hospitales y todo tipo de vehículos eléctricos.

Y es que una de las áreas de desarrollo de Saft se centra en la movilidad eléctrica, donde la compañía está dirigiendo sus esfuerzos a impulsar las baterías recargables de níquel, litio y los sistemas integrados con electrónica de comunicación y gestión para estas aplicaciones, con el objetivo de adaptarse a las nuevas necesidades del mercado.

Saft cuenta, igualmente, con un área de desarrollo denominada Movilidad Personal Urbana, centrada en el diseño de baterías para aplicaciones en bicicletas, scooters y vehículos de tres y cuatro ruedas de pequeño volumen, que está provocando un gran impacto en la industria del turismo y del ocio.

Las baterías para sillas eléctricas contribuyen a aumentar la movilidad de las personas mayores y los enfermos. Estos aparatos dependen de la tecnología de Saft Baterías para ser rentables y proporcionar un largo período de vida, al tiempo que tienen un mínimo impacto ambiental.

Proyecto Greenlysis

Asimismo, Saft dio a conocer su participación en el proyecto Greenlysis, liderado por CETaqua, el Centro Tecnológico del Agua de Agbar, financiado por el programa LIFE + de la Unión Europea y dirigido a la conservación de la naturaleza y el medioambiente, donde la compañía desarrolla un gestor de flujo de energía y un sistema de almacenamiento energético para ofrecer autonomía durante varios días en plantas depuradoras alimentadas por fuentes de energía renovable.

El Proyecto Greenlysis, que comenzó en enero de 2010, tendrá una duración de 3 años, hasta diciembre de 2012 y en el mismo, Saft garantizará el funcionamiento de la planta piloto en los momentos en los que la energía fotovoltaica y eólica no sea suficiente, mediante la instalación de bancadas de baterías que, con un peso de 5 toneladas, ofrecerán una autonomía de 3 días.

Entre los diversos objetivos de esta planta, que tratará de reducir la huella medioambiental de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Montornès del Vallès (Barcelona), figura utilizar el hidrógeno producido por la misma como combustible de vehículos y una vez obtenidos los primeros resultados, la intención es implementar nuevas plantas piloto en otras estaciones depuradoras, llegando a una aplicación a escala industrial.

 
 
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