Un grupo de investigación de la Universidad de Extremadura ha recibido un coche eléctrico que servirá para desarrollar nuevos cargadores y baterías más eficaces.
La Universidad de Extremadura (UEx) participa desde el año 2009 en el proyecto City-Elec: “Sistemas para la electrificación de la movilidad del entorno urbano”, un Proyecto Singular Estratégico financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que conforman 32 socios de sectores como automoción, bienes de equipo o energía, así como plataformas tecnológicas, ayuntamientos, operadores de transporte público, centros tecnológicos y otras dos universidades españolas: la de Cataluña y el País Vasco.
El grupo de investigación PE&ES de la UEx (Sistemas Eléctricos y Electrónicos de Potencia), coordinado por Fermín Barrero, profesor de la Escuela de Ingenierías Industriales, colabora en este proyecto. El objetivo de esta iniciativa es buscar soluciones para la movilidad de personas y mercancías en la ciudad, de forma eficiente y limpia, mediante la investigación en los componentes del sistema de propulsión.
La labor de estos investigadores extremeños, según explica Enrique Romero, profesor y miembro del grupo “se centra en mejorar la parte de energía de los coches eléctricos que reside en las baterías, optimizándolas para que estos acumuladores permitan realizar al automóvil el mayor número de kilómetros posible, sin necesidad de recargarlos, y además conseguir mejorar los cargadores, haciéndolos más eficientes a la hora de reducir el tiempo de carga”.
Para llevar cabo este proyecto, la Escuela de Ingenierías Industriales ha recibido un coche eléctrico. Dicho automóvil ha sido adquirido por otra empresa socia en la iniciativa y cedido a la Universidad de Extremadura para poner en marcha su estudio.
Actualmente el coche de la marca Revai, fabricado en la India, alcanza una velocidad de 80 km/h , pero la idea de este grupo de investigación es conseguir que este automóvil alcance una velocidad de aproximadamente unos 120 km/h o superior, y aumentar su autonomía, ya que actualmente el vehículo con esa batería sólo podría circular unos 60 kilómetros.
El coche adquirido posee batería de plomo y tarda en cargarse unas 8 horas, pero según explica Enrique Romero “hay que conseguir instalar unas baterías de Ion litio para que sean más eficientes y reduzcan el tiempo de carga”. Romero comenta que “nuestro reto además es desarrollar un cargador de baterías reversible, para que después estos vehículos ecológicos puedan devolver energía a la red”.
La idea de este grupo investigador es cambiar todo el interior del automóvil y mejorarlo, optimizando los resultados tanto en el control de los motores como en el sistema de baterías.