Las ventajas de la geolocalización de vehículos, en cuanto a ahorro y seguridad, no son argumentos de peso para el 53% de los españoles que conducen coches de empresa, que no ve con buenos ojos el uso de estas tecnologías ante la incomodidad de sentirse vigilados, según la III edición del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, compañía de renting perteneciente al grupo BNP Paribas.
El estudio, realizado entre más de 4.800 gestores de flotas de pymes y grandes empresas en catorce países, constata que los conductores españoles están entre los menos comprensivos de Europa con la empresa a la hora de aplicar esta medida, ya que sólo uno de cada tres (33%) acepta que ésta tenga localizado el vehículo en todo momento, frente a un 45% de media europea que apoya esta iniciativa.
Esta disparidad de criterios se debe a que los conductores españoles tienen una percepción más negativa que el resto de los europeos sobre los sistemas de geolocalización, al considerarlos como un "exceso de control" o un síntoma de desconfianza de la empresa hacia el empleado, más que como una herramienta de ayuda para optimizar las rutas y el gasto de carburante, una de las partidas más gravosas para una empresa, ya que representa el 30% del coste total de la flota.
Por otro lado, el estudio del CVO muestra que la percepción de las empresas hacia los sistemas de geolocalización dista mucho del sentir de sus empleados, evidenciando notables diferencias en función de su tamaño y del país al que pertenezca. Así, las pymes, que cuentan con menor músculo financiero para aguantar la crisis y deben ajustar más sus costes, muestran un mayor interés por toda iniciativa que recorte gastos (principalmente, en los mercados más castigados), mientras que en los países con economías más holgadas, son las grandes corporaciones quienes toman la iniciativa.
Esto explica que casi cuatro de cada diez pymes (39%) –frente al 30% de las grandes compañías- se interesen por la geolocalización en España, una media muy superior a la mayoría de países de la UE, sólo superada por la de Grecia (45%) y Portugal (44%), dos de los mercados más azotados por la crisis. Consecuentemente, en otros menos castigados, como Francia y Alemania, sólo un 21% y un 26% de las pymes se interesan por la geolocalización.
Si hablamos de grandes empresas, las cifras cambian, ya que son éstas las que toman la iniciativa de la geolocalización sobre las pymes en los mercados más fuertes. Así lo muestran los datos de Alemania, donde el 30% de las grandes empresas apuesta por la geolocalización, frente el 26% de las pymes; una situación similar sucede en Reino Unido, con el 43% de sus grandes empresas, contra el 36% de sus pymes, o en Francia, donde el 25% de las grandes compañías apuesta por la geolocalización como medida de optimización de gastos, frente al 21% de sus pymes.