Durante estos últimos días, la prensa general se ha hecho eco de que las matriculaciones de coches eléctricos sólo suman 16 unidades en España durante los siete primeros meses de este año, cifra significativamente por debajo del objetivo de las 2.000 unidades previstas por el Ministerio de Industria para 2010, en el marco del programa Movele, pero que contrasta con los datos oficiales de dicho Ministerio, que informa de más de 500 matriculaciones de vehículos eléctricos con datos de este Plan a 16 de julio de 2010, a lo que se suman incentivos como el que ha diseñado el Ejecutivo, de implantar una tarifa eléctrica nocturna para recargar el coche eléctrico.
Ciertamente, el vehículo eléctrico se ha convertido en una de las piedras angulares a nivel industrial, tecnológico, energético y medioambiental de la política del Gobierno, tal y como se refleja en la Estrategia Integral del Vehículo Eléctrico, presentada en abril pasado, que pretende disponer en España de un parque de 250.000 vehículos eléctricos para 2014.
Pero este interés también ha impregnado con rapidez al resto de administraciones regionales y locales, con independencia de su color político, que están dando pasos importantes para que la implantación del vehículo eléctrico se haga de forma sólida y coherente y recientemente, también la Casa Real se ha implicado en su promoción a través de gestos como el de la Reina Sofía, que ha aceptado conducir por las calles de Palma de Mallorca, este verano, el que será el primer iOn eléctrico que se matricula en España.
En cualquier caso, sigue habiendo opiniones escépticas sobre la implantación de este tipo de vehículos en el hábito de movilidad de los españoles, cuando aún quedan barreras por superar como el precio de las baterías de estos coches, la normalización de los sistemas de carga y la implantación de una red inteligente, capaz de gestionar la carga de vehículos eléctricos en el sistema eléctrico de forma eficiente.
Razones para el optimismo
Pero existen razones para el optimismo. En primer lugar, la implantación de un mercado real en torno al coche eléctrico no es algo que dependa única y exclusivamente de lo que suceda en nuestro país, sino que España es, evidentemente, una de las muchas piezas que forman parte de un engranaje mucho más grande y volcado, a nivel mundial, en la implantación de criterios de movilidad sostenible para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, la dependencia de combustibles fósiles, la mejora de la calidad de vida y salud de las personas y donde la movilidad eléctrica juega un papel destacado, en especial en colaboración con otros mercados no contaminantes vinculados a su desarrollo, como son las energías renovables.
Sin duda, Europa apuesta por el vehículo eléctrico, como también lo hace con fuerza Estados Unidos, China y Japón y por ejemplo, Bruselas ya ha dado los primeros pasos para desarrollar en 2011 un cargador común para vehículos eléctricos en los estados miembros, uno de los principales escollos para la implantación de este mercado de forma efectiva.
Y es que resulta evidente que previo a la comercialización a gran escala de coches eléctricos, es preciso incidir en las infraestructuras y mecanismos que hagan segura su implantación y le permita a este mercado obtener la confianza de los consumidores.
Precisamente, Juan Luís Plá de la Rosa, jefe del Departamento de Transporte del IDAE, durante una intervención, el pasado julio, en los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos, en Aranjuez, expuso su convencimiento sobre la definitiva implantación del vehículo eléctrico, frente a otros intentos fallidos en décadas pasadas, sobre la base de que “esta es la primera vez que se trabaja seriamente y desde el principio sobre las infraestructuras”.
Y es que las empresas españolas, por un lado, están impulsando de forma evidente los avances tecnológicos para proponer una infraestructura eficiente y segura en torno al vehículo eléctrico en España, con puntos de carga en todo tipo de edificios, tanto residenciales como terciarios, y por otro, las administraciones están haciendo lo propio a través de puntos de carga a pie de calle para promocionar este desarrollo entre los ciudadanos.
Otra reflexión necesaria en torno al volumen de matriculaciones en España es que las grandes multinacionales fabricantes de coches prevén sacar al mercado sus modelos eléctricos, como muy pronto, a finales de 2010, tal y como sucede con el iOn 100% eléctrico de Peugeot, y la mayoría lo hará a lo largo del 2011 y 2012, en el mejor de los casos.
Por otro lado, en base a los datos oficiales del Ministerio de Industria respecto al Plan Movele que comentábamos antes, hasta el 16 de julio de 2010 se han aprobado 241 operaciones, lo que supone 586 vehículos eléctricos subvencionados, de los que 272 vehículos han sido ya abonados y 314 se encuentran en tramitación.
En opinión de Carmona, “nos toca ser positivos porque el vehículo eléctrico interesa realmente a importantes sectores de nuestra economía y a los gobiernos de toda Europa. Numerosos actores del sector eléctrico, fabricantes de coches, instituciones y ayuntamientos y empresas privadas del sector hotelero, inmobiliarias, ingenierías, empresas de alquiler y cadenas europeas de aparcamientos están invirtiendo y confiando en soluciones inteligentes de carga para vehículos eléctricos, incluso antes de la llegada masiva de estos coches y motos en producción, adelantándose al mercado, porque en tiempos de crisis, las opciones de crecimiento pasan por investigar, desarrollar y crear nuevos mercados y servicios para los usuarios, y sólo salen fortalecidas de estas situaciones financieras aquellas empresas que apuestan a futuro e innovan”.
Por su parte, Eva Ibáñez, consultora especialista en Movilidad Eléctrica Sostenible de Altran, empresa europea de consultoría de innovación tecnológica y socio del proyecto LIVE, para la promoción del vehículo eléctrico en Barcelona, señala que “el mercado del vehículo eléctrico en España está en clara fase de prueba y despliegue. Por tanto, como toda nueva tecnología, conlleva muchos cambios que requieren un tiempo de implementación y adaptación. Hay que tener en cuenta que la disponibilidad de puntos de recarga y de vehículos eléctricos son condiciones necesarias, pero no suficientes para asegurar el éxito de la implantación de la electro-movilidad”.
Ibañez opina que también son necesarias acciones demostradoras, la activación de políticas de incentivos y acciones para promover la transformación industrial y territorial y todas ellas se están llevando a cabo actualmente.
“Se trata de un cambio de paradigma –añade la experta de Altran- en lo que a la movilidad se refiere y debemos entender que es un proyecto a medio y largo plazo, pero que ofrecerá importantes cambios a corto plazo, al tratarse de un sector en constante evolución. Estamos ante una nueva concepción de la movilidad que dentro de unos años veremos como algo cotidiano”.
Incentivos al mercado: el gestor de cargas del sistema
A todo ello se suma el Plan de Acción 2010-2012, que contiene diferentes medidas en las que se encuadra, dentro del apartado de Infraestructura y gestión de demanda, la creación de una tarifa de acceso supervalle para para consumidores de baja tensión con potencia contratada hasta 15 kW.
Para ello, el Ministerio de Industria ha remitido un borrador de Real Decreto a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) en el que se crea, además, la figura del gestor de cargas del sistema, que prestarán servicios de recarga de electricidad, necesarios para un rápido desarrollo del vehículo eléctrico como elemento que aúna las características de nuevo sector en crecimiento y de instrumento de ahorro y eficiencia energética y medioambiental.
Los gestores de cargas del sistema, son aquellas sociedades mercantiles de servicios de recarga energética que, siendo consumidores, están habilitados para la reventa de energía eléctrica para servicios de recarga energética, así como para el almacenamiento de energía eléctrica para una mejor gestión del Sistema Eléctrico.
Con esta figura, el Gobierno pretende contribuir a poner en práctica los programas de gestión de la demanda aprobados por la Administración y los programas específicos para impulsar la eficiencia en la demanda de electricidad para vehículos eléctricos, con el objetivo de promover el ahorro y la eficiencia energética y optimizar el uso del sistema eléctrico, en virtud de lo previsto en el artículo 46.2 de la Ley 54/1997, de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico.
Será necesario para ello establecer un nuevo sistema de discriminación horaria con tres periodos de 10, 8 y 6 horas diarias (supervalle), cuya tarifa se concentrará en invierno entre las 00:00 y las 06:00 horas y en verano, entre las 01:00 y las 07:00 horas, aplicándose sólo a los suministros con tensiones no superiores a 1 kilovoltio y con potencias contratadas entre 10-15 kilovatios.
Tras su revisión por parte de la CNE, el borrador de Real Decreto será devuelto a Industria, que unificará criterios y lo enviará al Consejo de Estado que, finalmente, redactará un informe cuyo documento final deberá ser aprobado por el Consejo de Ministros para su aprobación definitiva.