La ciudad de Copenhague ha celebrado, del 22 al 25 de junio pasado, la Velo-City Global 2010, congreso de la Federación de Ciclistas de Europa (organismo que ha jugado un papel clave en la promoción del ciclismo utilitario en las agendas políticas de varios países) que cada edición, desde hace 30 años, tiene lugar en una ciudad europea (en 2012, la anfitriona será Sevilla) a excepción de la convocatoria de 1996, que se organizó en Australia, y que es considerado el evento más importante que se organiza en el mundo de la bicicleta urbana.
Copenhague es la capital de Dinamarca y una de las ciudades del mundo con mayor cultura de la bicicleta, pues del millón setecientos mil habitantes que tiene el país, 600.000 vive en dos municipios, la ciudad de Frederiksberg y la de Copenhague y en ambas, cerca de un tercio de los ciudadanos se desplaza habitualmente pedaleando sobre dos ruedas.
Otros datos curiosos que dan una visión de esta cultura de la bicicleta en Copenhague es que la ciudad cuenta con 350 kilómetros de carriles para bicicletas y 40 kilómetros de rutas ciclistas verdes. Además, el 37% de los ciudadanos que se desplazan habitualmente de casa al trabajo y viceversa emplean este medio de transporte.
Cada vez que la ciudad habilita un nuevo carril bici se incrementa en un 20% el número de ciclistas y se reduce, al mismo tiempo, en un 10% el número de coches en circulación por las calles de Copenague. Asimismo, la velocidad media de los ciclistas en la ciudad es de 15 km/h, y la de los coches es de 27 km/h.
En la ciudad de Frederiksberg, cada ciudadano entre 10 y 84 años recorre en bicicleta una media de 4,5 km al día, lo que equivale a 125 millones de km anuales o lo que es lo mismo, 3.125 vueltas completas alrededor del mundo.
Con todos estos antecedentes, no podía haber un mejor anfitrión para la edición de la Velo-City de este año, la primera que incluye en su nombre el concepto “global”, pues ha ofrecido ponencias de expertos y profesionales de reconocido prestigio en la materia, procedentes de todos los rincones del mundo. Además, Copenhague, que pretende convertirse en la primera capital neutra en CO2 del mundo, ha elegido como nombre para esta conferencia “Different Gears – Same Destination”, pues tal y como señala Bo Asmus Kjeldgaard, alcalde de la Administración Técnica y de Medio Ambiente de Copenhague, a pesar de las posibles diferencias, todas las ciudades involucradas en este proyecto están enfocadas en la misma dirección. Tanto si se vive en Nueva York, como en Río de Janeiro o en Ámsterdam, el objetivo común es que haya más personas ciclistas como instrumento para reducir las emisiones de CO2 y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en todo el mundo.
¿Qué es Velo-City?
El mundo afronta grandes desafíos en términos de congestión y polución en las ciudades, enfermedades fruto del sedentarismo y la mala alimentación, como la obesidad, enfermedades cardiovasculares y calentamiento global. Las posibilidades de la bicicleta para afrontar estos problemas no han sido completamente exploradas, pero en este momento, cuando la movilidad sostenible adquiere mayor relevancia y protagonismo a nivel social y político, es más oportuno que nunca difundir mensajes para potenciar la actividad ciclista como un medio de transporte saludable, eficiente, rápido y amigable con el medio ambiente, y el objetivo de Velo-City y de su organizador, la Federación Europea de Ciclistas (ECF), es impulsar esta corriente de pensamiento a través de esta conferencia itinerante.
El nombre de Velo-City es un pequeño juego de palabras, pues “vélo” significa bicicleta en francés y a su vez, alude al concepto de “velocidad”. Esta serie de congresos comenzó en 1980, en la ciudad alemana de Bremen, donde reunió a unos 300 congresistas y supuso el germen de la creación de la ECF tres años después. En sus 30 años de existencia, además de esta última edición de Copnehague, la conferencia ha sido organizada en grandes ciudades europeas como Londres (1984), Milán (1991), Barcelona (1997), París (2003), Dublín (2005), Munich (2007) y Bruselas (2009) y en otras más pequeñas, como Groningen (Holanda, 1987), Nottingham (Reino Unido, 1993), Basel (1995), Graz/Maribor (Austria/Eslovenia, 1999), y Glasgow/Edimburgo (Escocia/Reino Unido, 2001), así como en una ciudad no europea, Perth (Australia, 1996).
Dado el crecimiento y la expectativa de la convocatoria en cada edición (en la de 2009, en Bruselas, se congregó a más de 850 participantes de 52 países y en esta de Copenhague se han dado cita más de un millar de expertos en la materia, procedentes de 60 países), los organizadores han decidido que a partir de este año, la conferencia sea de carácter anual, siendo la ciudad de Sevilla la anfitriona de la próxima cita, en 2011 y Vancouver, en Canadá, la de 2012.
Velo-City 2010
Entre otros ilustres ponentes, la edición danesa de la Velo-City contó como orador con Jan Gehl, urbanista danés y durante años, responsable del Departamento de Diseño Urbano en la Real Academia danesa de Bellas Artes, quien en su alocución comentó anécdotas que evidencian lo arraigado de la cultura de la bicicleta entre los ciudadanos de Dinamarca, como que para la celebración de su 45 aniversario de bodas, él y su esposa acudieron a un restaurante en el sur de Copenhague al que fueron y regresaron a lomos de sus bicicletas (unos 20 km ida y vuelta). Ambos suman 136 años. También habló de su suegra, quien pedaleó hasta los 86 años de edad, tras lo cual prefirió utilizar su bicicleta como herramienta de apoyo para caminar, en vez de los tradicionales andadores para ancianos.
Asimismo, habló de la experiencia en otros países como Australia, donde se han realizado grandes avances en la implantación de la bicicleta como herramienta para desplazarse y que ocupa, como instrumento de movilidad, un lugar destacado en el nuevo Plan de Transportes de Sydney.
Janette Sadik-Khan, Comisionada del Departamento de Transporte de la ciudad de Nueva York, señaló en su intervención, entre otras cosas, que “queremos doblar el uso de la bicicleta en los trayectos de casa al trabajo y viceversa para el 2010 y triplicarlo para 2017. Podemos y debemos cambiar el uso de espacios en favor de ciclistas y peatones y habilitar nuevos espacios públicos”.
Otro destacado ponente fue Guillermo Peñalosa, director ejecutivo de la organización sin ánimo de lucro 8-80 cities (www.8-80cities.org), con sede en Toronto (Canadá) y hermano de Enrique Peñalosa, quien estaba previsto que asistiera y que fue alcalde de Bogotá entre 1998-2000 e impulsor de importantes cambios en la capital colombiana, en especial en lo que a movilidad sostenible se refiere.
Gil Peñalosa animó a los asistentes al congreso a dar el siguiente paso tras el análisis de las situaciones, es decir, a la necesidad de hacer cosas, además de pensarlas.
Pan Haixiao, profesor y director del departamento de Estudios del Transporte y uso del Terreno de la universidad Tongji, en Shanghai, expuso el caso de China, cuyo crecimiento económico y desarrollo no ha supuesto, sin embargo, un detrimento de la comunidad ciclista del país en favor del coche: “todavía tenemos la mayor infraestructura ciclista del mundo”, dijo, y se mostró feliz con la implantación en Europa de sistemas públicos de bicicleta compartida.
El especialista en movilidad urbana Mikael Coleville-Anderson y conocido blogger danés, fundador del Movimiento Cycle Chic (www.copenhagencyclechic.com), hizo un encendido análisis sobre el modo en que se han ido planificando las ciudades, en las últimas décadas, en torno a los coches en vez de a las personas. “No me importan las bicicletas, sino las personas que montan las bicicletas”, dijo, en alusión a la necesidad de que el individuo recupere ese protagonismo perdido. “Nos hemos rendido a la ocupación solitaria y unipersonal. Somos muchedumbres separadas por acero y hemos perdido la oportunidad de que los ciudadanos experimenten y vivan su comunidad”, señaló.
En la misma línea se expresó otra experta, la urbanista y periodista canadiense Lake Sagaris, presidenta de la organización sin ánimo de lucro Ciudad Viva (www.ciudadvida.cl), en Santiago de Chile, donde reside desde 1981, quien aludió al estatus social del ciclismo y señaló que montar en bicicleta no es sólo desplazarse de un lugar a otro conectando lugares, sino también una oportunidad de conectar a las personas en sus comunidades, donde se puedan parar, hablar y relacionarse. “Es la oportunidad de devolver a las personas un rostro, una identidad con la que poder relacionarse frente a la segregación de los rostros en el interior de los vehículos”, dijo.
Sevilla y la Velo-City 2011
Con el título “El cyclo de la vida”, la décimo séptima edición de este congreso, Velocity 2011, tendrá lugar en Sevilla, del 23 al 25 de marzo, donde la capital Hispalense, una gran metrópoli entregada al uso de la bicicleta, aspira a la participación de más de 1.000 delegados venidos de todo el mundo a los que contará su experiencia en torno a la bicicleta y donde su ayuntamiento prevé involucrar a la ciudadanía en el desarrollo de este evento, como impulsora de este medio de transporte en la ciudad.
Y es que en Sevilla se realizan unos 50 millones de desplazamientos anuales en bicicleta y el ayuntamiento de la ciudad ha estimado hasta en un 500% el incremento de su uso por sus 120 kilómetros de carriles bici de dos direcciones. Los días laborables se realizan más de 60.000 desplazamientos en bicicleta y el servicio municipal de alquiler de bicicletas estima que para 2013, habrá en la ciudad 290 estaciones y 2.900 bicicletas.
El perfil llano de la ciudad, su clima amable y su tamaño resultan ideales para la utilización de este sistema de transporte, aunque hace cinco años no se preveía un desarrollo de la bicicleta en Sevilla como el que se vive hoy en día, gracias en buena parte a la planificación de una infraestructura ciclista que se implantó con rapidez y que conecta la ciudad de forma eficiente, y a la respuesta de la ciudadanía, que ha pasado de 6.000 a 60.000 usuarios en tan sólo 4 años, cuando en 2006 se inició la construcción de los primeros 80 km de vías ciclistas, lo que ha convertido a la capital Hispalense en modelo de ciudad andaluza y española en materia de ciclismo urbano.
El tramo de carril bici más transitado de Sevilla es el que bordea los jardines de Murillo, con casi 5.000 pasos diarios de bicicleta, y la calle Resolana suma casi 3.800 bicicletas diarias. Uno de los hitos del Ayuntamiento en la popularización del uso de la bicicleta en Sevilla es su servicio de alquiler Sevici, medio de transporte preferido por los usuarios de transporte publico por ser más barato y rápido. Alrededor del 20% de los desplazamientos en bicicleta por Sevilla se realizan a través de este servicio, que cuenta con más de 100.000 abonados de larga duración, que pagan 10 euros anuales que dan derecho a desplazamientos gratuitos durante media hora, 50 céntimos por la hora siguiente y un euro por las horas posteriores.
Además, un 77% de sus usuarios utiliza el servicio a diario, lo que indica que los sevillanos han convertido a la bicicleta en su medio de transporte para ir de casa al trabajo y viceversa, más allá de su utilización como transporte destinado al ocio. De hecho, las estadísticas señalan que se emplea más el servicio en días laborables que en fines de semana.
Asimismo, la intermodalidad en el uso de la bicicleta con otros medios de transporte público en la ciudad también ha sido atendida por el ayuntamiento y el Consorcio de Transportes de Sevilla cuenta con 180 bicicletas para el servicio Bus+Bici, que permite disponer gratis de una bicicleta a los viajeros de los autobuses del área metropolitana y que entre enero y diciembre de 2009, contó con 27.605 usuarios. Además, todas las estaciones de Metro de Sevilla disponen de un aparcamiento de bicicletas, aunque no se puede acceder con ellas al suburbano durante las horas punta.
Pero al margen de las ventajas obvias, medioambientales, de ahorro y de mejora de salud, derivadas del uso de la bicicleta como medio de transporte urbano, existe en Sevilla otro fenómeno que avala el acierto en su implantación, como es el desarrollo de negocio y empleos que se ha creado en torno a la bicicleta.
Sin embargo, aún quedan retos por cumplir, como es trasladar este servicio de transporte público al área metropolitana de Sevilla, donde reside un tercio de la población de la ciudad, aproximadamente, y mejorar la intermodalidad entre la bicicleta y otros medios de transporte público para que sea una alternativa verdaderamente eficaz al coche particular. Además, es preciso incidir en aspectos como la educación vial para facilitar la convivencia de peatones, ciclistas y conductores, pero sin duda, la elección de Sevilla como próximo amfitrión de la Velo-City 2011 responde a una justa recompensa y reconocimiento a los esfuerzos de una ciudad que ha sabido integrar la biciclieta en su filosofía de movilidad, haciendo de la capital Hispalense un ejemplo mundial de movilidad sostenible.