Los automovilistas españoles sólo acuden al taller cuando es inevitable y lo hacen tras pedir varios presupuestos y solicitar al taller que realice las operaciones imprescindibles. Aunque es difícil cuantificar la bajada de la demanda a nivel nacional, la media de descenso de la actividad podría estar en torno al 15-20 por 100, alcanzando el 25 por 100 en el caso de las tradicionales revisiones previas a las vacacionales. Son datos facilitados por CONEPA, la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción, representante de catorce asociaciones en las que se integran unos 10.000 talleres de reparación y mantenimiento de automóviles.
Por especialidades, los especialistas en reparación de carrocerías siguen soportando mejor los efectos de la coyuntura económica que los profesionales de la electromecánica, especialmente en las zonas donde la cobertura de los seguros a todo riesgo es mayor.
La demanda de servicios de taller, débil durante los tres primeros meses del año, registró una mejora sensible durante abril y mayo, período en el que la actividad de los talleres se animó. Sin embargo, la tendencia positiva se quebró durante junio, una época tradicionalmente positiva por la incidencia de revisiones previas al verano. En julio, sin embargo, los talleres han trabajado bien, aunque sin lograr compensar las expectativas globales del verano.
Los miembros de CONEPA detectan cada vez más usuarios que les solicitan la instalación de piezas procedentes de desguaces, una opción legal que, a juicio de la entidad, permite conservar adecuadamente una parte del parque. No obstante, CONEPA insiste en pedir a la Administración que “defina concretamente qué piezas de recambio pueden considerarse relacionadas con la seguridad y, por tanto, no deben ser reutilizadas bajo ningún concepto en operaciones de reparación y mantenimiento de otros vehículos”, según palabras de Víctor Rivera, secretario general de Conepa.