La compañía de transporte de viajeros Alsa y el fabricante de vehículos Scania han firmado el 30 de junio, en Madrid, un contrato por el cual, el operador español ha adquirido 120 autobuses urbanos que circularán en la ciudad marroquí de Agadir.
El contrato, por un importe de 15 millones de euros, ha sido firmado por Javier Carbajo, consejero delegado de Alsa, y Mossif Abied, MD de Scania Marruecos, y contempla la adquisición de 40 autobuses urbanos de piso bajo, 53 urbanos de piso convencional y 27 metropolitanos de piso convencional.
Estos vehículos destacan por su comportamiento, fiabilidad, robustez y ahorro de combustible. Equipan frenos EBS, ABS y control de tracción, lo que confiere un plus de seguridad, y cumplen con las normas europeas de accesibilidad, con espacio reservado para personas con minusvalía (PMR), así como rampas de acceso para minusválidos en los vehículos de piso bajo.
Asimismo, incorporan motores ecológicos, que cumplen con la normativa actualmente vigente en Marruecos, algo muy importante en un país con un crecimiento poblacional frenético y una aglomeración cada vez mayor de individuos procedentes del medio rural en zonas urbanas a cuya polución atmosférica contribuye, sobremanera, el anticuado parque automovilístico, incluido el transporte urbano.
Alsa, que está presente en Marruecos desde 1999, gestionando el transporte urbano de Marrakech, anunció a principios de año la adjudicación del concurso para la prestación del servicio de transporte urbano en el área metropolitana de Agadir, con una población de 1,2 millones de habitantes en constante crecimiento (superior al 25% en los últimos 10 años) y segundo destino turístico de Marruecos.
Tras la firma del acuerdo con Scania, Carbajo ha dicho que la compañía lleva tiempo trabajando en la reducción de emisiones, gracias a la progresiva utilización de combustibles renovables y energías limpias en su flota de autobuses y autocares, siendo la primera empresa española de transporte, tanto terrestre como aéreo o ferroviario, en formar parte del Sistema de Compromisos Voluntarios de Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, una iniciativa conjunta del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) y del Ministerio de Medio Ambiente para incentivar las reducciones voluntarias de emisiones en los sectores difusos (transporte, residencial, comercio e institucional, residuos y agrario) en nuestro país.
Unos 400 vehículos de la flota de Alsa utilizan biocombustibles para realizar sus servicios, tanto de largo recorrido como de cercanías, así como los distintos servicios de transporte urbano que gestiona en España, contribuyendo a generar una movilidad más sostenible desde el punto de vista medioambiental, y además, fue la primera empresa en poner en servicio en nuestro país, en 2007, un autobús eléctrico homologado, que circula por las calles del casco antiguo de León, ciudad cuyo transporte urbano gestiona la compañía.
Tal y como señaló a esmartcity Pablo Gómara, director de Comunicación de Alsa, “el autobús es el modo de transporte que más positivamente contribuye a una movilidad sostenible en nuestro país, por cuanto su uso minimiza la utilización del vehículo privado, que es el principal agente de contaminación atmosférica en el transporte”.
Por su parte, Anders Liss, máximo responsable de autobuses urbanos a nivel mundial de Scania, comentó a esmartcity que la compañía está trabajando desde hace tiempo, y de forma intensa, en la reducción de sus emisiones, pero incidió en la necesidad de que este esfuerzo tecnológico vaya acompañado de la aplicación de cambios legislativos que fomenten la transición hacia un transporte urbano sostenible y la implicación del conductor en particular y de la sociedad en general mediante el cambio de las pautas de comportamiento en sus hábitos de movilidad.
Liss aludió en la estrategia de Scania a la realidad de los biocombustibles, disponibles hoy día en el mercado, y la eficacia probada del etanol, junto al desarrollo de motores más eficientes y el desarrollo tecnológico de vehículos híbridos, aunque su posicionamiento comercial dependerá, en gran medida, de cómo responda el mercado a esta demanda.